Las hijas, el marido, sus cuñados y una sobrina dieron positivo. La referente barrial reclamaba por la situación de hacinamiento y falta de agua.
Ramona sigue internada, su famila también tiene coronavirus. (Foto: La Garganta Poderosa).
Ramona sigue internada, su famila también tiene coronavirus. (Foto: La Garganta Poderosa).

«Ocho días sin agua y nos piden que nos higinicemos». El 3 de mayo pasado, Ramona Medina hablaba a la cámara indignada y una pizca de ironía. Reclamaba, también en ese formato, el servicio básico que se hizo aún más vital en épocas de coronavirus. Esta semana, la referente del Barrio 31 fue internada e intubada. Poco después, se confirmó que su marido, sus hijas, sus cuñados y una sobrina, dieron positivo.

«¿Cómo pretenden que no salgamos a la calle si yo tengo que salir todos los días a comprar agua. Ya no sé de qué manera pedirle a este Gobierno una solución para esta situación, porque no se puede vivir más en estas condiciones. Hay una pandemia que nos está consumiendo y nosotros seguimos sin agua«, imploraba Ramona.

La vecina, que integra el área de salud de la Casa de las Mujeres y de las Disidencias de la Asamblea de La Poderosa, invitaba al vicejefe de gobierno Diego Santilli a quedarse un día en su casa para que corrobore que, pese a los anuncios, su casa seguía sin agua y, así, experimentar «el terror, el miedo, la desesperación de no tener agua y el miedo a contagiarte este virus que es terrible».

Al final del video, publicado en la página de Facebook de la Garganta Poderosa, a Ramona se le quiebra la voz. «¿Cómo hago para mantener la higiene? ¿Cómo hago para lavar las verduras para cocinarles a mis hijas».

 

El breve y contundente mensaje sigue sonando aún con ella y toda su familia internados en diferentes centros de salud porteños con COVID-19.

La comunicadora es paciente de riesgo: es insulino-dependiente. Su hija, en silla de ruedas, con Síndrome de West y Síndrome de Aicardi, también enfrenta la pandemia con un cuadro de salud previo muy delicado.

La Garganta Poderosa@gargantapodero

«RAMONA SIGUE INTUBADA. AHORA SU HIJA,
CON DISCAPACIDAD, TAMBIÉN ESTÁ INTERNADA»

Hace 3 días Ramona está intubada y con respirador. Su compañero y su sobrino esperan resultados. Pero sus 2 hijas, su sobrina y sus cuñados ya están entre los nuevos confirmados.

Ver imagen en Twitter
Ella y su marido habían dejado de trabajar por la pandemia. Ambos son monotributistas y trabajan como gestores de trámites para personas con discapacidad, coordinando sus traslados a escuelas y centros de terapia.

Con todos los integrantes de la familia internados, la casa continúa sin agua.

El foco de contagios en el barrio debajo de la Autopista y otros vulnerables de la Ciudad de Buenos Aires es una preocupación para los gobiernos porteño y nacional que realizan testeos masivos casa por casa en esas zonas.

Hasta este sábado eran 1088 los casos de coronavirus en barrios vulnerables, con 9 fallecidos, ya se dieron 128 altas. En toda la Ciudad, hay 3495 infectados y 142 víctimas fatales.

La casa 79 de la manzana 35

El reclamo no solo era por el agua. Ramona esperaba, desde 2018, ser relocalizada en las nuevas unidades construidas por el Gobierno porteño. La mudanza nunca se hizo.

Así resumen la historia sus compañeros de la Garganta: «Cuando la casa 79 de la manzana 35 en la Villa 31 se quedó sin agua, el Barrio Mugica tenía 13 casos confirmados y ninguna respuesta real a la crisis habitacional de muchísimas familias que comprendían vecinos en grupos de riesgo. Pero esa casa no era un caso más. Ahí esperaba Ramona, insulino-dependiente, cuidando a una hijita en silla de ruedas, con Síndrome de West y Síndrome de Aicardi, que no puede hablar, ni comer sola, ni plantear síntomas, ni mantener la postura: requiere oxígeno por las noches y una asistencia total«.

«Junto a ellas, también ahí, estaban viviendo su pareja, otra hija, su cuñada de 62 años, su cuñado de 68, su sobrino con problemas cardíacos y su sobrina diabética. No por capricho, esperaban su relocalización hace 4 años. Intensificaron su reclamo en 2018, cuando debió materializarse la mudanza. Y más aún cuando se declaró el aislamiento social obligatorio. Y más aún, cuando los dejaron sin una gota en la canilla. Pero nunca llegó la vivienda, ni la respuesta, ni el agua. Llegó el coronavirus», puntualizaron en el posteo en Facebook.

«Basta de silencio, por favor», ruegan .