Boca no tiene paz: crisis interna y cortocircuitos entre Juan Román Riquelme y Sebastián Battaglia
Desde la dirigencia están preocupados por los malos resultados, el funcionamiento del equipo y los nombres que el entrenador elige para conformarlo. El cuerpo se muestra firme y no quiere más intervenciones externas.
Sebastián Battaglia se siente cada vez más solo en Boca. Los resultados y el funcionamiento del equipo no son los mejores y desde la dirigencia están intranquilos. Ese choque de realidades deja al descubierto una interna fuerte entre el DT y el vice del club, Juan Román Riquelme, que nadie sabe cómo terminará.
En su edición del hoy, el diario Olé señala que hay cortocircuitos entre Battaglia y Riquelme, que cada uno está muy firme en su postura, y no hay indicios de ceder. El choque de posturas se da por los malos resultados, la falta de identidad en el equipo y algunos nombres que la dirigencia sugiere y que el DT no quiere.
En los últimos encuentros, el DT decidió apostar por Alan Varela en la mitad de la cancha, mientras que la sugerencia desde arriba había sido darle una oportunidad a Esteban Rolón. Lo mismo ocurre con Nicolás Orsini y Norberto Briasco: los quiere el vice, pero no los prioriza el DT que ve mejor a otros futbolistas.
No es casualidad que estos tres hayan llegado bajo la actual gestión y que para que se revaloricen necesitan minutos en cancha.
“Compraron mal y quieren recuperar algo, pero la culpa no es de Seba. Para él, Orsini es el tercer nueve, pero lo presionan. Lo mismo con Briasco. La otra vez que estaba en el banco lo iba a poner unos minutos para darles el gusto y el propio jugador le dijo que no estaba bien”, contaron a Olé desde el entorno del DT.
“Seba confía en los chicos que tuvo en la Reserva, de hecho su número 5 era Equi (Fernández), pero se lo dieron a préstamo. Y ahora está pidiendo que suban al 10 de la Reserva (Taborda) y le dan vueltas. También quería a Pavón, había levantado y le iba a servir en este semestre sin Villa. Pero algunas se las tiene que comer”, agregó la fuente.
Las sugerencias nunca son directas. Raúl Cascini o el Patrón Bermúdez, intengrantes del consejo de fútbol y laderos de Riquelme, suelen insinuarle al DT en charlas futboleras qué es lo que le gusta al ídolo.
“El diez ve bien a éste o el diez piensa que podría tener una oportunidad aquél”, suelen indicar desde el Consejo, según coincidieron distintas fuentes ante la consulta de Olé. Y otras veces cuentan que llega a través de Mariano Herrón, integrante del cuerpo técnico cercano a Román que estuvo con Russo y ahora sigue con Battaglia.
“Seba siente poco apoyo del Consejo”, aseguran quienes conocen al DT. Y a la vez aclaran que no es tonto y sabe que a través de periodistas afines mandan a restarle crédito en algunas decisiones, embarrarlo en otras y a decir que está en la cuerda floja. Para luego, llegado el caso, negarlo sin ponerse colorados. “Son cínicos, los que están al lado de Román te mienten en la cara, pero él sabe de dónde sale todo, lo sabe desde que era jugador”.
Este momento de tensión se da en medio de los momentos definitorios de la Copa de la Liga Profesional y la fase de Grupos de la Copa Libertadores, torneo en el que el Xeneize tiene una victoria y una derrota. El DT está obligado a clasificar en ambos torneos y si los resultados no acompañan, el final podría estar muy cerca.
“No está tranquilo. Pero no quiere irse. Hasta fin de año piensa seguir, salvo que lo echen o los resultados sean muy malos. Riquelme lo puso pensando que podía manejar todo todo, pero no. Seba ahora va a tratar de morir con la suya”, asegura su gente.
Y completa una fuente que está todos los días en Ezeiza: “Román está furioso y Seba, que se dio cuenta de que lo mandaban al nicho, ahora mete mano sin avisar. Hay que ver cómo sigue esto, pero está todo mal”.