Las llamas se extienden a los costados de la ruta que une Rosario y Victoria, en unos cuatro kilómetros, a poco de cruzar el peaje.

Dotaciones de bomberos de Santa Fe y Entre Ríos trabajaron todo el fin de semana para sofocar un incendio en la zona de islas que llegó hasta la banquina de la ruta que une Rosario y Victoria, a pocos kilómetros del peaje. La imprudencia, la ausencia de lluvias y la bajante del río prolongan el avance de las llamas que dañan el ambiente y vuelven peligrosa la conexión vial.

Extensas lonjas de pasto quemado, a pocos centímetros de la cinta asfáltica de la ruta nacional Nº 174, fueron el escenario que acompañó ayer a quienes viajaron a participar del acto por el Día de los Humedales que se desarrolló en la cabecera del puente, del lado entrerriano (ver aparte). También a las miles de personas que durante el fin de semana de recambio turístico transitaron por la conexión vial que cruza una zona natural protegida.

Ayer a la tardecita, a pocos metros de la ruta, las llamas consumían sin pudor pastos y arbustos. Tierra adentro, hacia el sur, densas columnas de humo daban muestra de un foco aún mayor que aún no había sido controlado. Cuando LaCapital recorrió la zona, el tránsito de vehículos era intenso y no había personal de bomberos trabajando en el lugar.

Según indicaron desde el cuartel de Bomberos de Victoria, «desde la semana pasada» se está trabajando en una zona de 4 kilómetros (desde el kilómetro 14 al 18 de la conexión vial, a poco de atravesar la cabina de peaje). «Al momento estamos trabajando para controlar el fuego en el sector de banquinas y en el cerco que marca el límite de los terrenos del viaducto», apuntaron.

Sin embargo, destacaron que «hay unos focos de incendio, aguas abajo en el monte, donde se complica la llegada del personal», lo que impide «poder llegar hasta los focos que se encuentran más adentro de la isla».

Las quejas

Para el personal de la empresa que tiene a su cargo la concesión de la conexión vial, Caminos del Río Uruguay, la postal no era nueva. En las cabinas del peaje llevan varios días atendiendo las quejas de los conductores.

El sábado por la noche, hasta entrada la madrugada, personal de Bomberos y Gendarmería trabajaron a los costados de la ruta para sofocar el fuego, pero ayer por la mañana el problema se repitió.

El tránsito de vehículos fue intenso durante todo el fin de semana. No obstante, apuntaron los trabajadores, no fue necesario cortar la traza ya que la visibilidad no se vio afectada.

Las quemas en la zona de islas son un problema repetido, una práctica muy antigua con el objetivo de limpiar terrenos y favorecer las pasturas para la ganadería.

Sin embargo, según advertían ayer desde la central de bomberos de Victoria, episodios como el de este fin de semana están más relacionados con la imprudencia. «Desde que el río está tan bajo, mucha gente llega a pescar, estaciona al costado de la ruta y acampa por ahí. La falta de control de esta actividad muchas veces termina en este tipo de incendios», explicaron.

Más allá de los motivos, lo cierto es que la situación se hace más compleja debido a la bajante del río, una de las más importantes de las últimas épocas, y a la falta de lluvias. Una vez que los pastos se prenden, las quemas son muy difíciles de controlar y más complicadas de apagar todavía. La falta de equipamiento adecuado, de caminos o de cortafuegos en los terrenos isleños, prolongan la duración de los focos.

En las cabinas de peaje se multiplican los reclamos de los conductores por la presencia de humo