• DIJO QUE DURÁN BARBA Y VIDAL NO LA QUIEREN EN PROVINCIA
Por decisión del macrismo no será candidata bonaerense, pero no aseguró que lo fuera por la Capital. Dice que si avanza una causa en su contra, no quiere tener fueros en esa instancia.
Elisa Carrió

Escribe: PATRICIA GARCÍA

La noticia, fría, es que Elisa Carrió no competirá por la provincia de Buenos Aires y seguirá meditando si lo hará por la Capital Federal o bien no será candidata. Lo cierto es que el Gobierno no parece prestarle atención suficiente a una crisis política en puertas si no amortigua el enojo de su aliada. «Un día Macri me va a pedir de rodillas que lo saquen a Lorenzetti porque lo va a extorsionar como hizo con todos», sostuvo Carrió ante las cámaras de TV, ayer, en una de sus frases más duras.
Furiosa con el macrismo, con Jaime Durán Barba y, quizá con el propio Mauricio Macri, la diputada ventiló las internas de Cambiemos que la corren de la provincia de Buenos Aires y supeditó su decisión de ser candidata porteña al curso de una causa que le reabrió la Justicia (ver nota aparte), un caso que suma a la indignación de la diputada. Todo lo dijo en la mesa de la animadora Mirtha Legrand. Serena, pero irónica para quienes la conocen de entrecasa, pareció disimular todo lo que pudo, pero reveló el origen de las decisiones. Dijo que María Eugenia Vidal no la quiere de senadora en su territorio y que el PRO se deja llevar por los consejos de Durán Barba. Mezcló con elogios, claro, para Macri y la gobernadora. Contó que Durán Barba «no quiere que sea candidata en la provincia» y que Vidal «decidió que la provincia de Buenos Aires sea sólo de ella. Tengo que respetar la decisión, es una gran gobernadora».

Lo que no dijo en la comida lo sabe su tropa, que no puede entender que, siendo una candidata que le puede reportar considerables votos en las legislativas, no sea avalada «por lo menos por algún legislador» en su denuncia contra el titular de la Corte, entre otras cosas. Es que ella respeta, como dice, las adhesiones y el liderazgo de Vidal, pero tiene el propio. La certeza es que si un enojo mayor le hace dar el portazo a su candidatura porteña, le deja vía libre a Martín Lousteau, enemistado ya con el PRO que, como plan alternativo, anima la postulación del vicejefe de Gobierno, Diego Santilli. Las chances no son las mismas, claro. Pero la diputada asegura que quiere «consolidar» Cambiemos y en esa instancia acataría la voluntad de Macri y de Horacio Rodríguez Larreta para que encabece una lista de una alianza (no sería Cambiemos) entre el macrismo y la Coalición Cívica en la Capital. Sin embargo, esperará el curso de la causa judicial porque no quiere tener fueros para enfrentar esa investigación.

«Vivo en Capital, es mi lugar, pero también en Exaltación de la Cruz. Yo tengo que elegir domicilio, pero he decidido que no lo voy a hacer porque María Eugenia decidió que yo no sea senadora y acá lo más importante es sostener el Gobierno de María Eugenia», explicó Carrió y sostuvo que «Vidal es una líder política excepcional. La voy a acompañar en toda la campaña» y apuntó a que Esteban Bullrich sería el candidato de la gobernadora.

«No sé si voy a ser candidata en Capital. Quiero defender a la República sin fueros», dijo la legisladora aludiendo a lo que supone una campaña en su contra por la denuncia contra Ricardo Lorenzetti, que Macri dijo que el Gobierno no apoya, y a la causa judicial que se reabrió. Carrió habló también de la amenaza de avanzar sobre sus hijos si seguía sus denuncias contra el narcotráfico, y asoció esa advertencia con el hecho de que fue ella quien consiguió la «destitución» del exjefe de la Policía Bonaerense, Pablo Bressi.

«Voy a acompañar en Capital y puedo ser candidata, pero si es así no me presento. Sepan que sin fueros sigo siendo la que soy», afirmó Carrió. Esa posibilidad complica la estrategia del macrismo en el distrito donde gobernó el Presidente ocho años ganando todas las elecciones y uno de los que cosecha mayor cantidad de votos.

«Yo no tengo diferencias con el Presidente porque yo acordé con él que íbamos a luchar contra la corrupción. Yo acordé con Macri la lucha implacable contra las mafias, yo no acordé proteger a Moyano o a Lorenzetti. Mi relación es excepcional», aclaró, sin embargo, la aliada del Gobierno.

«El nudo de la corrupción es De Vido. ¿Alguien lo tocó? Nadie. Los empresarios están comprometidos con él, como en el ‘Lava Jato'», disparó la diputada de la Coalición Cívica. Curiosamente defendió a Florencia Kirchner de quien dijo que «no delinquió», que recibió una herencia. En otro pasaje, defendió la carpa docente y se quejó del accionar de la Policía para evitar su instalación.

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