No se conoció si las penas serán de cumplimiento efectivo.foto0_1_280764_1El Tribunal Oral Federal (TOF) de Paraná condenó a 9 años de prisión a Miguel Torrealday y a 6 años a David Vainstub y a Jorge Rossi por considerarlos partícipes de los delitos de supresión de la identidad de dos menores de diez años en concurso ideal con el delito de sustracción, retención y ocultamiento de los mellizos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela durante la última dictadura cívico militar. Mientras que a Torrealday lo consideró partícipe necesario, a Rossi y a Vainstub los condenó como partícipes secundarios.

Según observó ANALISIS DIGITAL el juez Roberto López Arango no precisó si los médicos propietarios del Instituto Privado de Pediatría (IPP) deberán pagar con prisión efectiva. La condena fue recibida gratamente por las querellas y principalmente por Sabrina Gullino, una de las mellizas que fueron sustraídas del vientre de su madre en marzo de 1978 y que aún busca a su hermano mellizo varón.

«Satisfechos por esta construcción y este juicio que es de todos nosotros. Agradecer a la compañerada de HIJOS, a las Abuelas de Plaza de Mayo y a la sociedad paranaense que también se hizo eco de esta causa», expresó Gullino. Por su parte, el abogado querellante Marcelo Boeykens, aseguró: «Satisfechos por la sentencia de condena contra los tres imputados, son montos importantes. Nosotros no buscamos simplemente una condena penal, estamos buscando al melli, ese es nuestro norte. Celebraremos una sentencia de condena que sigue marcando la senda de la verdad, la memoria y la justicia en la provincia de Entre Ríos». «Hace 20 años que estamos buscando al mellizo varón, una búsqueda que no ha parado ni un sólo día y no va a parar hasta que lo encontremos», agregó.

Una sentencia histórica para la provincia tuvo lugar en la sala del TOF de Paraná. Es la primera condena contra los cómplices civiles de la dictadura en Entre Ríos. Los tres médicos propietarios del IPP deberán pagar con pena su accionar durante el mes de marzo de 1978, cuando Sabrina Gullino y su mellizo varón estuvieron internados en el área de neonatología del instituto ubicado en calle España. El tribunal unipersonal de Roberto López Arango consideró a Miguel Torrealday partícipe necesario y a los otros dos profesionales como partícipes secundarios de los delitos de supresión de la identidad de dos menores de diez años en concurso ideal con el delito de sustracción, retención y ocultamiento de los mellizos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela durante la última dictadura cívico militar, en concurso real por tratarse de dos menores de edad.

La resolución judicial fue celebrada por el público presente en la sala y en las inmediaciones del TOF, sobre calle Urquiza, donde distintas organizaciones de derechos humanos, políticas, sindicales y estudiantiles estuvieron haciendo la vigilia mientras se leía la sentencia.

Se condenó a los profesionales por haber colaborado con los militares en el robo de los bebés de Raquel Negro y Tulio Valenzuela, ambos militantes de la agrupación política Montoneros. Negro fue llevada durante su secuestro a parir al Hospital Militar de Paraná y de allí se derivó a los mellizos al IPP. Sabrina Gullino (quien recuperó su verdadera identidad en 2008) ingresó al IPP el 4 de marzo como «Soledad López», mientras que su hermano varón ingresó el 10 de marzo bajo el rótulo de «NN López». Ambos permanecieron allí hasta el 27 de marzo del mismo año, día en el que se los dio de alta y fueron entregados por los médicos del IPP a los militares. De Sabrina Gullino se supo el destino, que había sido abandonada en un hogar de huérfanos de Rosario, mientras que del mellizo varón aún se desconoce cual fue su paradero y por eso se sostiene su búsqueda.

Luego de conocerse la sentencia, Sabrina Gullino habló ante los militantes y ciudadanos de a pie que se acercaron a acompañar la vigilia en la puerta del TOF: «Estoy muy emocionada. Estamos tranquilos porque cuando se escriba la historia de Entre Ríos vamos a poder decir que los socios civiles de los genocidas fueron juzgados. Que hemos podido desmontar la trama burocrática-médica-empresarial. Que hemos llevado al banquillo de los acusados a la pata civil, encarnada en la jerarquía médica de Paraná. Esta causa es ante todo una construcción colectiva y la lectura de su sentencia es sólo un aspecto. La verdad que no tenía mucha fe en esta condena. Pero esta causa tiene algo mucho más enriquecedor, contenedor, abrazador, que esta lucha que llevan adelante hace más de cuarenta años las Madres, las Abuelas, los HIJOS y a la cual yo me pude sumar hace diez años», expresó la nieta recuperada.

«A mi me parece que hay que hacer un reconocimiento a cada una de las personas de a pie que se fueron sumando y que también de diversas maneras hicieron andar los engranajes para desmontar la impunidad. Porque con cada gesto, por más pequeño que sea, por la memoria, la verdad y la justicia, este mundo es un poquito más justo», expresó.

Quien también tomó la palabra fue Sebastián Álvarez, hermano mayor de Sabrina y el melli varón desaparecido. Entre otras cosas, agradeció al Mencho Germano por haber «sembrado semillas» y ser clave en la realización de este y otros juicios contra genocidas.

Los cánticos, los abrazos, llantos y caras de alegría marcaron lo ocurrido en las afueras del TOF. Allí pudieron expresarse cada uno de los abogados querellantes: Marcelo Boeykens (representando a Gullino), Lucía Tejera (Subsecretaría de DDHH), Sofía Uranga (HIJOS) y Santiago Bereciartua (Abuelas de Plaza de Mayo). En la calle se pudo observar la presencia de la ministra de Desarrollo Social Laura Stratta, las concejalas Cristina Sosa y Stefanía Cora, entre otros. Además, hubo presencia de distintos partidos políticos como el Partido Comunista y el MST-Nueva Izquierda. También estuvieron presentes agrupaciones como La Cámpora y La Poderosa. A su vez, estuvo el acompañamiento de distintas agrupaciones estudiantiles.

La sentencia completa será dada a conocer este miércoles por la mañana a los abogados de las partes. Desde la querella se informó que evaluarán la posibilidad de apelar, puesto que ellos habían solicitado más años de prisión y una calificación distinta que condene a los médicos como coautores. Sin embargo, según se pudo observar, la condena fue bien recibida por los abogados de la acusación privada. El juez optó por un encuadre similar a la acusación del fiscal José Candioti, en cuanto a la participación necesaria (Torrealday) y secundaria (Vainstub y Rossi) aunque con penas menores a las solicitadas por el representante de la acusación pública.

ANALISIS DIGITAL