La plaza Baquedano

Los manifestantes desafiaron el toque de queda para pedir por la implementación de medidas que acaben con la desigualdad económica que llevó al país a la crisis social.

Casi un millón de personas se reunió este viernes en la plaza Baquedano de Santiago de Chile, también conocida como plaza Italia, para protestar por la desigualdad en el país y para reclamar más compromiso por parte del presidente Sebastián Piñera.

A pesar de que el jefe de la Defensa Nacional para la Región Metropolitana, general de división Javier Iturriaga, declaró este viernes el séptimo toque de queda consecutivo para la ciudad de Santiago desde las 23 hasta las 4 del sábado, miles de chilenos siguen en la calle incapaces de postergar su protesta.

El país lleva ocho días inmerso en el caos en el que hubo incendios, saqueos a supermercados y tiendas, y denuncias por torturas y violaciones perpetradas por oficiales de las fuerzas de seguridad, como consta en el Instituto Nacional de Derechos Humanos local.

Hasta el momento se registraron al menos 19 muertes, ya sea en los saqueos o por la acción de carabineros.

Otras ciudades de Chile fueron escenario de protestas similares, y de nuevos episodios de represión por parte de carabineros. En ese marco la sede el Congreso chileno, establecida en Valparaíso, tuvo que ser evacuada hoy a causa de una serie de incidentes ocurridos en sus cercanías.

En todos los casos hubo casi nula presencia de banderas políticas: en vez apareció el pabellón nacional y los emblemas de clubes de fútbol o pancartas con todo tipo de leyendas, como el pedido de renuncia a Piñera.

Este viernes también se decretó toque de queda en Antofagasta y Copiapó en la zona norte, en Valparaíso y Rancagua en la zona centro, y Concepción, Puerto Montt y Osorno en el sur del país.

Al comienzo del conflicto, que empezó el fin de semana pasado a propósito del aumento de la tarifa del subte, el presidente Piñera sostuvo que el país está «en guerra contra enemigo poderoso e implacable», pero lo que más se escuchó en la marcha de este viernes fue que «el pueblo unido jamás será vencido».

El presidente chileno envió esta tarde un proyecto de ley al Congreso para aumentar en un 20% la pensión básica solidaria, que equivale a unos US$151 y es percibida por unos 600 mil jubilados, que representan el 60% del sector más pobre del país.

Además el mandatario ya había dado marcha atrás con la suba de las tarifas del subte.