Con 25 años, Rocío Pereyra se ganó un lugar en el Mundial de la disciplina que se llevará a cabo en el mes de abril en Alemania. Sin apoyo económico de ningún tipo, se las rebusca para cumplir su gran sueño.

En los Juegos Olímpicos de Londres 2012Sebastián Crismanich llevó al taekwondo argentino a lo más alto al conseguir una histórica medalla de oro, la única para esta disciplina en la historia de nuestro país. Además fue la primera presea dorada argentina en una disciplina individual en los últimos 64 años.

Tras esto hubo una verdadera revolución y el correntino fue recibido como un héroe en el regreso a su tierra. Así, el taekwondo tenía en sus manos la posibilidad de aprovechar esta explosión y meterse definitivamente en la agenda diaria del deporte argentino. Pero…

Lejos de los flashes de los deportistas de elite, las mansiones en lugares paradisíacos y los autos de primera gama, existen competidores que también son de primer nivel, aunque muchas veces terminan pasando completamente desapercibidos debido a la poca difusión que se suele dar a sus diferentes disciplinas.

Mucho de esto debe entender Rocío Pereyra, una joven de San Isidro que acaba de capitalizar el gran sueño de clasificar a su primer Mundial de Taekwondo y que sin embargo deberá rebuscársela para costearse el viaje, el hospedaje y hasta la inscripción al torneo.

Es así como, pasada la algarabía por conseguir la clasificación el año pasado, Rocío decidió poner manos a la obra y, mientras sigue poniéndose a punto entrenando a doble y hasta triple turno diario, armó un «bono contribución» para ayudar a solventar los fastuosos gastos que deberá afrontar para participar del torneo que se llevará a cabo en Alemania a fines de abril.

«Me sorprendió mucho la solidaridad de la gente que apoya a los deportistas amateurs que luchamos día a día para poder cumplir nuestros sueños», le cuenta Rocío a minutouno.comrespecto a los bonos que lanzó en las redes sociales, que valen 100 pesos y que contarán con un sorteo de una picada y una torta entre los que colaboraron.

SU HISTORIA

Roció empezó a pelear en 2004 casi de casualidad, gracias a que su hermano había tomado una clase en la Sociedad de Fomento Andrés Rolón, a la vuelta de su casa, y ella quiso probar. «Fui y me gustó. Después fueron pasando los años y seguí practicando, fui avanzando de graduaciones, llegué a cinturón negro en 2008 y ahí me empezó a interesar lo que es la competencia en sí», recordó.

Así fue como llegaron los torneos bonaerenses y nacionales, hasta que Rocío decidió complementar su entrenamiento habitual de dos veces por semana con visitas a diferentes gimnasios para seguir perfeccionando su lucha.

«No en todos los torneos me iba bien, por supuesto, siempre hay altibajos, pero eso es lo que a mí me motivó para seguir entrenando y buscando el profesionalismo», admite con orgullo.

ROMPER LA FRONTERA

En 2013, nueve años después de su primera incursión en el taekwondo, Rocío Pereyra disputó su primer torneo internacional, el Sudamericano de Mar del Plata, donde se quedó con la medalla de bronce.

Un año después, en Paraguay, iba a haber otro «click» en su carrera. Llegó a la final del Panamericano tras ganar 5 duras peleas ante peleadoras que competían a nivel mundial y le tocó perder la final nada menos que ante su compatriota Patricia Garelik, campeona del mundo y referente de Rocío.

«Con 21 años me enfrenté a competidoras mundialistas de varios países y les gané. Ahí rompí un montón de barreras. Verme al nivel de otras personas que compiten en Mundiales fue el click. Mi cabeza ahí entendió que realmente podía dar mucho más de mí», asegura.

TODO A PULMÓN

Como la inmensa mayoría de los deportistas amateurs de Argentina, Rocío no cuenta con ningún tipo de apoyo ni público ni privado, por lo que combina sus horas de férreo entrenamiento con el rol de profesora que la ayuda a mantenerse económicamente.

«No tenemos el apoyo de nadie. No hay ninguna institución pública ni privada que nos banque. Soy profesora y ésa es mi manera de bancar todo. Gracias a Dios tengo muchísimos alumnos y sus familias también me bancan mucho. La Sociedad de Fomento en la que empecé es la misma en la que hoy doy clase», dice la sanisidrense.

«Mi familia, mis alumnos, mis amigos del taekwondo y de la vida son mi sostén. Ni bien se enteraron estuvieron ahí para darme todo su apoyo. Por ellos es que digo que no puedo bajar los brazos. Por más que uno esté cansado, por toda esta gente que confía en mí y me quiere dar una mano. Tengo que seguir adelante para cumplir el sueño. Eso es lo más lindo de todo», se sincera.

LO QUE SE VIENE

En paralelo a los bonos que armó vía redes sociales, Rocío se entrena día y noche para la cita en Alemania. «Son meses de total preparación. Diciembre y enero es la parte física para poner el cuerpo a tono, después me dedico solamente al taekwondo en sí. En los entrenamientos me sirve mucho pelear con hombres, sobre todo para el roce», admite.

El torneo se disputará del 24 al 28 de abril en la ciudad de Inzell, Alemania. Hacia allí viajará el sueño de Rocío Pereyra.

Después de años y años de entrenamiento. Después de las alegrías, tristezas, momentos de incertidumbre y también recompensas. Después de las rifas y los bonos contribución. Y detrás de ella estará la ilusión de todo un país. Aunque lamentablente pocos se terminen enterando.