Con el del martes la CGT le realizó a Macri uno paro cada ocho meses
El próximo paro general convocado por la CGT será el cuarto desde que Mauricio Macri asumió la presidencia en diciembre de 2015, con lo que su gobierno tendrá desde el martes un promedio de una medida de fuerza a nivel nacional en su contra, cada poco más de ocho meses.
El próximo paro general convocado por la CGT será el cuarto desde que Mauricio Macri asumió la presidencia en diciembre de 2015, con lo que su gobierno tendrá desde el martes un promedio de una medida de fuerza a nivel nacional en su contra, cada poco más de ocho meses.
A 34 meses del inicio de su gestión, el gobierno de Macri es, desde el regreso de la democracia en 1983, el cuarto gobierno con mayor promedio de paros generales, detrás de los de Raúl Alfonsín (un paro cada cinco meses: 13 en total durante su mandato); le siguen los mandatos incompletos de Eduardo Duhalde, que sufrió un paro cada cinco meses (fueron tres huelgas), y la gestión de Fernando De la Rúa, que tuvo un paro cada dos meses: en total le hicieron nueve.
La primera huelga general contra Macri fue el 6 de abril de 2017, duró 24 horas y no incluyó marchas ni movilizaciones; en cualquier caso, tuvo una adhesión parcial ya que no se plegaron a la medida de fuerza peones rurales, trabajadores del caucho y del vidrio, entre otros; ni tampoco otras agrupaciones de peso, como gastronómicos porteños, petroleros y un sector de los taxistas.
En aquella oportunidad, Héctor Daer, secretario general del sindicato de Sanidad y triunviro de la CGT, argumentó que la medida respondía a que los argentinos habían perdido «poder adquisitivo, puestos de trabajo y sufrido la caída del consumo, sumado a la llegada de cantidades de productos importados».
El segundo de los paros generales contra Macri llegó el 18 de diciembre de ese mismo año.
Convocado por 24 horas, fue en contra de la política económica y el proyecto de ley de reforma previsional, finalmente aprobado por el Congreso, y recordado por el feroz enfrentamiento entre manifestantes y fuerzas de seguridad en la Plaza del Congreso.
Aquella medida tuvo una doble particularidad: fue anunciada por la CGT con apenas una hora y media de antelación, y comenzó a las 12 del mediodía, por lo que para garantizar que los trabajadores pudieran volver a sus hogares, los gremialistas decidieron que subtes, colectivos y trenes funcionarán habitualmente hasta la medianoche.
La última de las huelgas generales que realizó la CGT por 24 horas ocurrió el pasado 25 de junio y fue la de mayor convocatoria: no sólo adhirieron los cinco gremios con mayor cantidad de afiliados del país (Comercio, UOCRA, UPCN, Gastronómicos y UOM), sino también las organizaciones del transporte de pasajeros (UTA, Estaciones de Servicio, Aeronavegantes, La Fraternidad, Unión Ferroviaria, Metrodelegados y Peones de Taxi, un factor decisivo para el éxito de un paro.
A esto también, hubo que sumar las protestas convocadas por distintas agrupaciones gremiales combativas y partidos de izquierda que realizaron unos 20 cortes de tránsito en todo el país, de los cuales seis tuvieron lugar en el área metropolitana de Buenos Aires.
El paro del próximo martes lleva como consigna «la defensa del empleo y el salario, el rechazo al ajuste y el endeudamiento, la rectificación del plan económico y un pedido a poner como eje central a la seguridad social”, y aspira a igualar, o incluso superar, la contundencia de las anteriores medidas de fuerza.
A la ya confirmada adhesión de los gremios del transporte y los llamados “gordos” de la CGT se suman los gremios hoy enfrentados a la cúpula de la CGT, como es el caso de camioneros, bancarios, mecánicos y canillitas, entre otros y de las tres CTA, que además convocaron para mañana a marchas y movilizaciones al centro porteño.