Con una tasa de 12,8 por ciento, Rosario volvió a tener el desempleo más alto del país
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundió ayer los indicadores laborales para el cuarto trimestre de 2018. En el Gran Rosario, bruscamente, las estadísticas se despegaron de los extraños resultados que el organismo nacional había difundido en los dos trimestres anteriores.
La foto de final del año pasado se asemeja más a la realidad. Sobre una tasa de actividad que creció muy levemente en términos interanuales (0,2 punto), la población económicamente activa sumó 8 mil personas. Lejos de absorber esa nueva oferta de mano de obra, el mercado de trabajo de la región perdió 25 mil ocupados y sumó 32 mil desocupados. También se incrementó la subocupación en 20 mil personas.
Las cifras son peores si la comparación se realiza con el tercer trimestre de 2018: el mercado laboral se achicó en 10 mil personas, perdió 39 mil empleos, sumó 25 mil subocupados y 29 mil desocupados.
Rosario lidera junto a Mar del Plata la tasa de desempleo, es el tercer aglomerado con mayor subempleo y el décimo aglomerado con menor tasa de ocupación.
En el caso de la tasa de actividad, que indica el porcentaje de la población que participa del mercado de trabajo, se ubicó sexta a nivel nacional. Este indicador fue históricamente en la región uno de los más elevados de país, pero el efecto desaliento parece haber horadado esa posición. A fin de 2016 era de 48,7 por ciento y dos años después, de 46,6 por ciento.
Para remitirse a una tasa de desempleo similar a la que se difundió ayer hay que remitirse al segundo trimestre de 2006, cuando la región salía de una crisis que había llevado el índice de desempleo hasta el 25 por ciento con el cambio de siglo. El porcentaje de desocupados sobre la población económicamente activa fue en el cuarto trimestre pasado mayor incluso que en 2009, el duro año del crac financiero internacional y la sequía histórica.
Las mujeres de hasta 29 años son las más golpeadas por la desocupación en la región, con una tasa de 31 por ciento, casi el doble del otro segmento más afectado por este flagelo, los varones de hasta 29 años (16 por ciento).
El 70 por ciento de los ocupados del Gran Rosario asalariados, de los cuales el 32,2 por ciento están en negro. Son casi 120 mil personas.
Santa Fe, al revés
Para el Indec, el aglomerado Santa Fe tiene una de las tasas de desocupación más bajas del país, con un 3 por ciento. Es un dato algo curioso, teniendo en cuenta el contexto, más allá de la amortiguación que tiene el empleo público y de que la tasa de actividad, es decir la población que participa del mercado de trabajo, también está entre las más bajas del país, con un 42,2 por ciento.
En cambio, el conglomerado San Nicolás-Villa Constitución presentó un índice de desempleo de dos dígitos, un 11,3 por ciento, con una tasa de actividad de 45,6 por ciento. A nivel nacional, el índice de desocupación subió al 9,1 por ciento en el cuarto trimestre del 2018, por sobre el 7,2 por ciento que presentaba a fines del 2017.
Cientos de miles
Con una población urbana en condiciones de trabajar de 27,9 millones de personas, la desocupación afectó a 1,1 millones de habitantes, unas 200.000 personas más que en la medición de fines del 2017, según el Indec. Si las cifras se extienden a 44 millones de habitantes, la desocupación alcanzaría 1,7 millones, unos 400.000 más que en el 2017.
Los desocupados «recientes» aumentan su participación
La industria manufacturera fue la rama de actividad más afectada por la caída de la ocupación en el cuarto trimestre de 2018, respecto del mismo período del 2017. De acuerdo al análisis del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el sector cayó 0,6 punto porcentual en la participación dentro del universo de empleo. Pasó de 11,5 por ciento a 10,9 por ciento.
Entre los desocupados, la principal variación interanual según la rama de actividad es el aumento de 3,2 puntos porcentuales en la proporción de aquellos que se desempeñan en la construcción, de 17,8 por ciento a 21 por ciento. En segundo lugar, aumentan los desocupados que provienen de actividades de comercio en 1,4 punto porcentuales. (18 por ciento a 19,4 por ciento). Se registra, además, un aumento de los desempleados con tiempo de búsqueda hasta seis meses, en desmedro de los desocupados de más largo plazo. Entre los desocupados más recientes, se destaca el aumento de 2,4 puntos porcentuales de quienes llevan menos de un mes de búsqueda (de 11,2 por ciento a 13,6 por ciento). Estos datos parece agudizarse. El último informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa) indicó que en el primer bimestre del año 2019 los despidos y suspensiones ascienden a 12.352 casos los despidos y suspensiones fueron motorizados por el sector industrial y el sector de servicios, que representan el 68 por ciento y 28 por ciento de los casos respectivamente.
Estos datos implican un promedio de 6.176 despidos y suspensiones mensuales, más que el promedio de 2018 que alcanzó los 5.800 casos por mes.
Comparando los datos de 2019 con los de 2018, los despidos y suspensiones este año superan en 105 casos a los del año anterior. Pero la distribución de esos casos resulta sensiblemente distinta. Mientras que en 2018 los despidos se concentraron mayoritariamente en el sector público, en 2019 se producen casi exclusivamente en el sector privado.