El cóndor “Luracatao” fue liberado en Salta tras un año de rehabilitación
El cóndor andino bautizado “Luracatao” fue liberado en un lugar de altura previamente elegido por los especialistas, en Seclantás, provincia de Salta, después de un año de rehabilitación desde que fue hallado herido y con perdigones en su cuerpo.
“Luracatao es el cóndor 197 que se logra rescatar, de los cuales, con él incluido, han sido liberados 161 hasta la fecha”, dijo a Télam Luis Jácome, que es el director del Proyecto Conservación Cóndor Andino y presidente de la Fundación Bioandina Argentina.
El especialista, que estuvo a cargo de la liberación del cóndor, puntualizó que “es el séptimo ejemplar que se libera en territorio salteño”.
Antes de que la jaula fuera puesta en lo más alto de la montaña, hubo bailes típicos, rituales ancestrales con sahumerios, rezos, peticiones y encomendaciones para que el cóndor que había sido baleado en octubre de 2015 vuelva a alzar vuelo en los cerros más altos que rodean a la famosa laguna Brealito, en el departamento salteño de Molinos.
Culminada la ceremonia, se trasladó la jaula al lugar elegido, luego de una cuidadosa exploración de los especialistas que se extendió durante toda la semana.
Allí, ante un silencio total de los presentes pero con la atenta mirada de las autoridades salteñas, especialistas, periodistas, camarógrafos, reporteros gráficos y lugareños, se abrió la puerta de la cápsula y “Luracatao”, tal como fue bautizado, inmediatamente caminó y salió.
Luego, se trepó a una roca donde abrió sus alas y se preparó por unos minutos para su exitoso retorno.
Casi cinco minutos de espera pasaron y el cóndor adulto, -se estima su edad entre 12 y 20 años- se animó a desplegar sus alas y volvió a su lugar de origen ante el aplauso de todos los presentes.
Unos minutos después del vuelo de Luracatao, hizo su aparición otro cóndor, como si le estuviera dando una bienvenida.
En esta rehabilitación del cóndor andino, muchas fueron las personas que intervinieron desde el día que se lo halló herido, sin poder volar, con perdigones de plomo en su cuello y su cabeza.
Junto a Jácome estuvieron hoy el vicegobernador de Salta, Miguel Ángel Isa; y el intendente de Seclantás, Walter Abán, además de autoridades del área de Ambiente de la provincia.
El especialista, que desde hace 25 años trabaja en este campo, se refirió a la historia particular de este ejemplar macho y a la toma de conciencia que se intenta generar desde los organismos de medio ambiente y las fundaciones nacionales e internacionales.
“Así como alguien gatilló e hirió a este cóndor, hubo al menos dos personas que lo alzaron, Doña Margarita y Don Silvio”, relató el rescatista, tras lo que agregó: “fueron ellos quienes dieron aviso a la policía y a su vez a los guardiaparques provinciales”.
En este sentido, detalló que de esta manera se movilizó a la gente de la Secretaría y el Ministerio de Ambiente, y por intermedio de la Fundación Aerolíneas Argentinas se consiguió que lo trasladaran a Buenos Aires para atenderlo en el Eco Parque, donde funciona el centro de rehabilitación.
Jácome culminó la charla diciendo que “un equipo de veterinarios y cuidadores voluntarios trabajaron durante un año con él para lograr lo que hoy vimos. Por eso, destaco que fueron muchos los corazones predispuestos para que este pájaro vuelva a volar”.
Previo al momento del retorno de Luracatao a su hábitat natural se desarrolló una ceremonia destinada a unificar los avances científicos en la biomedicina para esta especie, con las creencias y costumbres de los pueblos aborígenes.
En la semana previa a este acontecimiento desde el Ministerio de Ambiente y Producción Sustentable se organizó una campaña intensa de concientización en las escuelas de la zona, con la participación de guardiaparques, sobre la necesidad de preservar esta especie.
“Pensar que cuando lo hirieron lo hizo un criminal solo, y hoy lo recibe un pueblo entero para verlo volar, compartir su libertad y para que todos volemos un poco con él y sepamos que se puede construir un mundo mejor”, dijo el vicegobernador de Salta.
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