Consumir frutos secos ayudaría a prevenir enfermedades cardiovasculares
Un análisis científico de múltiples investigaciones previas, confirma los beneficios de sus propiedades.
La ingesta de frutos secos está incluida en muchas dietas saludables y, además, tiene muy buena “prensa”. Entre los beneficios que estos alimentos aportan a la salud general están sus propiedades nutritivas y la idea de que su consumo regular ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares.
Los científicos de Nutrimedia, un proyecto del Observatorio de la Comunicación Científica de la Universidad Pompeu Fabra, que se dedica a analizar mitos, noticias, anuncios y preguntas del públicosobre temas de salud y a difundir su evaluación, esta vez, analizaron toda la evidencia científica disponible para luego considerar “probablemente cierta” la información que se difunde sobre la incidencia del consumo de frutos secos en la vitalidad del sistema cardiovascular (para que sea totalmente cierta deberían contar con más pruebas científicas de calidad).
El estudio que Nutrimedia realizó en conjunto con el Centro Cochrane Iberoamérica, también de Barcelona, involucró a varias investigaciones previas y de diferentes orígenes. La mayoría de estos estudios coinciden en confirmar la asociación entre el consumo frecuente de frutos secos y la reducción del riesgo de sufrir un infarto, un ictus y otras enfermedades cardiovasculares. El dato más importante que arroja esta evaluación es que el beneficio depende de la cantidad que se consuma regularmente.
Entre los trabajos que analizaron para llegar a estas conclusiones, se encuentra un ensayo clínico PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea) que se realizó en España, para investigar cómo incidía seguir una dieta mediterránea en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Durante cinco años, se hizo un seguimiento de la salud de 7.447 pacientes de alto riesgo cardiovascular. Se analizaron los efectos de tres dietas: una rica en grasas y dos de estilo mediterráneo, una enriquecida con aceite de oliva extra virgen y la otra, con frutos secos. Los pacientes que se sometieron a una dieta mediterránea complementada con frutos secos, consiguieron reducir hasta el 30% de las complicaciones cardiovasculares, aunque no se sabe si el beneficio es gracias al consumo de los frutos secos o de este tipo de dieta en sí misma.
La investigación de Nutridemia expone también la recomendación de la Asociación Americana del Corazón: incluir cuatro raciones de frutos secos sin sal a la semana, preferentemente crudos o tostados (no los fritos). Existe amplia variedad de estos frutos y entre los más conocidos están las nueces (se incluyen las de Macadamia, Pecan y las de Brasil), las avellanas, las almendras, las castañas de Cajú, los piñones y los pistachos. Estos frutos contienen menos de un 50% de agua, grasas saludables (monoinsaturadas y poliinsaturadas, como los ácidos grasos omega). Aportan esteroles vegetales y vitamina E, son fuente de antioxidantes, proteínas (con un alto contenido del aminoácido L-arginina) y fibra dietética. Además, su contenido en grasas saturadas (están presentes en productos de origen animal) es muy bajo.
Con la difusión de estas investigaciones de Nutrimedia, el público en general puede acceder a comparaciones de estudios y a conclusiones que les permiten recibir consejos sobre el cuidado de la salud y consumir con mayor confianza. Con estos hallazgos sobre las propiedades de los frutos secos, podemos seguir disfrutando del placer de comerlos y, a la vez, saber que estamos colaborando a mantener activo y vigoroso nuestro corazón y todo el sistema circulatorio.
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