CLÁSICO. Racing y River, cara a cara.Se enfrentaron en el Cilindro de Avellaneda por la ida de los octavos de final. La vuelta será el 29 de agosto en el Monumental.

Se esperaba mucho más de Racing y River. Y la verdad es que, salvo algún que otro pasaje del partido, no estuvieron a la altura de las expectativas. En Avellaneda empataron 0 a 0 en un encuentro muy aburrido por los octavos de final de la Copa Libertadores.

La Academia manejó la pelota gran parte del primer tiempo y River esperó para golpear de contra. La única clara fue un gran derechazo de Gustavo Bou que fue bien tapado por Franco Armani.

En el partido hubo mucha fricción y Lucas Martínez Quarta debería haber visto la roja por una dura patada a Matías Zaracho. Cerca del final de los primeros 45 minutos, el que se fue expulsado fue Leonardo Ponzio por doble amarilla.

El plantel de River cambió en el segundo tiempo. Se cerró atrás, Marcelo Gallardo sacó a Ignacio Scocco y esperó por el milagro que nunca llegó. A Racing le faltaron ganas de ganar: nunca llevó peligro al arco de Armani.

El que tuvo un partido muy malo fue Ricardo Centurión. Al ex Boca le faltó precisión para lastimar y Eduardo Coudet lo sacó cuando quedaban 15 minutos de partido. El delantero se fue enojado y descargó toda su bronca en el banco de suplentes al revolear una botella.

Había muchas expectativas en este primer duelo, pero en Avellaneda solo generaron bostezos. Fue un partido chato, sin emociones donde los jugadores de ambos equipos sintieron la presión.

El partido de vuelta se jugará el 29 de agosto en el Monumental.