Dacca: Cumplira ocho horas diarias en el penal, por matar a su hijo
Una mujer acusada de homicidio calificado por el vínculo, fue condenada a 11 años de prisión por el crimen de su hijo recién nacido. El hecho ocurrió en Victoria el 16 de agosto de 2012 y por el pronunciamiento de la Cámara del Crimen de Gualeguay, la rea solo deberá acudir al penal de las Siete Colinas, todos los días en el horario de 9 a 17.
Con el voto del vocal Miguel Ramos, se resolvió condenar a 11 años de prisión a Gisela Dacca por el homicidio de su hijo recién nacido.
La mujer, madre de otros cuatro niños, deberá cumplir un régimen especial todos los días de 9 a 17 en la Unidad Penal Nº 5 de Victoria, donde realizará actividades que no la pongan en contacto con los internos varones.
El 16 de agosto de 2012 se produjo el hallazgo del cuerpo sin vida de un bebé recién nacido (un feto de más de 8 meses de gestación) en un baldío de Mitre y bulevar Moreno, envuelto en mantas y “cuidadosamente” abandonado. Ese mismo día la investigación fue avanzando hasta dar con la mujer sospechosa de haber abandonado a la criatura. Las condiciones en las que vivía la familia son parte del conflicto que dio marco a la tragedia, ya que Dacca habría ocultado este embarazo en su hogar, algo que sin dudas fue tenido en cuenta a la hora de dictar sentencia, y que hizo que pudiera creer que nadie notaría la ausencia del recién nacido.
En sus primeras declaraciones Dacca indicó que había parido esa madrugada sola, sin asistencia médica, y que en esas circunstancias el bebé se cayó, y no respiraba, por lo que -asustada- fue a ocultarlo en el baldío, donde finalmente fue hallado por unos chicos vecinos de la zona que lo utilizan como “campo de aventuras”.
La estrategia de la defensa fue que al momento de cometer el crimen Dacca no sabía lo que hacía, para lo que fue sometida a diversas pericias que en definitiva terminaron echando por tierra esa hipótesis.
El debate jurídico estuvo dado no en la autoría material del crimen, que fuera incluso aceptada por la hoy condenada, sino en el grado de responsabilidad que le cupo a la hora de cometer este hecho aberrante, en contra de todos los instintos naturales.
Se privilegió evitar al núcleo familiar mayores daños.
esa es la justicia que tenemos, puedo seguir haciendo su vida normal