De delantero goleador a defensor con buen pie: Nicolás Figal, el zaguero que está a un paso de Boca
Nicolás Figal está a un paso de Boca. Apenas faltan detalles para que el defensor central que se formó en Independiente y que viene de jugar en Inter Miami se sume al Xeneize. Una vez que todo quede resuelto y se ajusten los últimos términos, el jugador viajará a la Argentina para realizar la revisión médica.
Detrás de Figal se esconde una gran historia. Su destino cambió para siempre una mañana cuando daba sus primeros pasos en las categorías formativas del club Independiente. Francisco “Pancho” Sá, legendario exfutbolista y en ese momento entrenador de las inferiores, le preguntó a un adolescente Figal si se animaba a entrar como defensor. Había faltado un jugador y necesitaba tapar ese hueco.
A pesar de que había llegado a las juveniles como un delantero goleador, aceptó el desafío sin pensarlo demasiado. En ese momento sonaba como una locura, pero con el tiempo se transformó en la llave de su éxito.
Esa mañana se produjo el momento clave en la carrera de Figal. El evento más importante se dio ahí, en el predio Villa Domínico. Nadie sabe qué hubiera pasado si seguía jugando como delantero o mediocampista. Algunos definen a esas situaciones como “golpe de suerte”. Los que saben, sin embargo, están convencidos de que fue el ojo clínico de Pancho Sá, quien detectó su características como para ubicarlo de defensor.
Delantero, mediocampista y finalmente defensor: el recorrido de Figal
Figal nació el 3 de abril de 1994 en América, un pueblo de la provincia de Buenos Aires. Mismos pagos de Oscar Ustari. Hijo de un arquero de fútbol y de una empleada municipal, empezó a dar sus primeros pasos en el deporte en Atlético Rivadavia.
Comenzó como delantero. Era rápido y goleador. “Me divertía”, cuenta sobre aquellos años en el programa La Cocina del Rojo. Su llegada a Independiente se dio luego de que Enrique Borrelli, coordinador de las inferiores del Rojo en aquel momento, viajara a América para una prueba. Ahí lo vio. Figal fue 12 días a Avellaneda, para continuar con el examen, donde le dijeron lo que quería escuchar: había sido aprobado.
Llegó al Rojo a los 13 años. Vivió en la pensión del club. La prueba de ingreso a las inferiores la superó como delantero. La pegada y su velocidad eran las claves. Cuando creció, en Novena y Octava, pasó del ataque al mediocampo. Fue el primer cambio que lo acercó a la defensa, donde encontraría su lugar.
Ya en Sexta, con Pancho Sá como DT, se convirtió en defensor central. Se ganó un lugar y lo acompañó su evolución física: lo que no había logrado crecer cuando era más chico, lo consiguió en esa etapa.
Su debut se dio en uno de los partidos más dramáticos de la historia de Independiente
Debutó como lateral en el desempate por el ascenso de 2014 entre Independiente y Huracán, duelo que le permitió al Rojo volver a la máxima categoría. Mientras que el clima era imposible para muchos futbolistas de experiencia durante esos días, la juventud de Figal le permitió jugar ese encuentro sin tomar real magnitud de lo que pasaba. Y le dio resultado. Él mismo lo reconoce cada vez que le preguntan.
Un paso por Olimpo para volver mejor a Independiente
En ese momento, en Independiente lo tenían en cuenta como lateral. Pero él quería jugar como central. Por eso se fue a préstamo a Olimpo. Cuando regresó se ganó un lugar, cada vez más firme, ya como zaguero.
El doping, un momento muy duro de su carrera
El Independiente de 2017, campeón de la Copa Sudamericana, tenía un nivel de juego fantástico. Pero Figal solo pudo estar contra Alianza Lima en aquel certamen internacional, en la primera ronda. Un doping (por consumir un diurético no permitido) lo dejó afuera de la competencia. Fue sancionado con nueve meses.
Vivió la conquista de la Sudamericana como parte del plantel, pero sin haber podido jugar en los partidos más importantes. Pero cuando superó la sanción reapareció en un gran nivel. Tanto, que en 2019 fue convocado a la Selección argentina por Lionel Scaloni para los amistosos ante Chile y México.
Figal: venta a la MLS y Boca a un paso
En el amanecer de 2020 fue vendido al Inter Miami, de la liga de los Estados Unidos. Rindió. Sin embargo, en la última temporada el funcionamiento del equipo estuvo lejos de lo esperado. Si no ocurre nada imprevisto, lo que se le viene ahora es Boca. A préstamo, está claro, pero desde el Xeneize quieren incluir una opción de compra.
Una nueva etapa en la carrera de Figal podría abrirse, entonces, en las próximas horas. Un escenario que vuelve a poner en escena aquella mañana en Villa Domínico, en un ensayo de Sexta División, cuando Pancho Sá lo puso como central y le cambió la vida para siempre.