Temáticas que profundizan en el respeto a la sexualidad disidente subieron a escena en el XXXV Encuentro Entrerriano de Teatro. Las funciones se desarrollaron con una importante nivel de aceptación de público joven.

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En el marco de la fiesta del teatro entrerriano organizado por la Secretaría de Turismo y Cultura del Gobierno de Entre Ríos y el municipio de Concepción del Uruguay, una obra invitada y una elegida por el jurado en la selección provincial,  extendió un hilo conceptual sensible que apunta al respeto de las ciudadanías de sexualidades disidentes.

 

Provocativas, descarnadas, incómodas. “Millones de Segundos” y “Queereme así”, son dos puestas que ponen de manifiesto el ejercicio de una sexualidad en disidencia en un contexto social que se transforma permanentemente tratando de dejar de lado los prejuicios.

 

La periferia, lo raro, lo innombrable

 

En una de las noches más frías del Encuentro Provincial de Teatro, una multitud de jóvenes uruguayenses se agrupó en la puerta del Auditorio Scelzi para ver “Queereme Así”.

 

Son adolescentes con mechones del cabello de colores, zapatillas de lona. Son chicas con mochilas y pañuelos verdes que identifican a la Campaña Nacional por la Despenalización y la Gratuidad del aborto. Hay mucho ruido y movimiento. Más lejos están los teatreros que ya se han cruzado en la funciones y actividades de la tarde, en la plaza y en la peatonal de La Histórica. Vinieron desde distintas localidades y entre obra y obra conversan, intercambian, analizan. Ahora están ingresando a la sala para ver la producción del elenco concertado paranaense que dirige Nadia Grandón y que resultó de la selección provincial especialmente pensada para este Encuentro Entrerriano de Teatro.

 

Una vez adentro, los espectadores se encuentran una escena despoblada: tres sillas de madera y un micrófono de pie. Pero cuando se hacen presentes sobre el escenario todo se transforma. Juan Capurro, Julián Dayub y Mercedes Wendler encarnan estos personajes sin nombre que, de alguna manera, podrían ser cualquiera y al mismo tiempo son nadie.

 

“¿Esto es o no es un homenaje a Evaristo Carriego?” así comienza la discusión de las tres siluetas que llevan un ropaje oscuro. Uno a uno se van acomodando los cuadros con una sutil comicidad. Tres personajes que no dejan de ser simpáticos, pero que aún así sufren. “Evaristo Carriego, el primer poeta en mirar a los raros, a los excluidos” dicen alzando la voz directo a la platea, y siguen en la faena de mover los pocos elementos que tienen sobre el escenario.

 

Puto, enfermo, torta, marica, loca, tortillera… Palabras intercaladas con otros relatos en primera persona narrados en inglés. El idioma no opera como barrera, al contrario, descomprime la incomodidad de la dureza de los prejuicios tan comunes a todos los tiempos.

 

Lo corporal y la danza permanecen en escena. Los personajes brindan instrucciones para bailar el tango en clave cómica, mientras el tercero en cuestión intenta marcar la coreografía de los dos géneros. La danza endemoniada y totalmente inorgánica suscita risas en la platea. «Dos roles únicos. Uno activo, el del varón y un rol pasivo, el de la mujer», sentencia el texto. “El tango es macho” dice otro. Continúa el dos por cuatro sobre el espacio escénico. Los chicos bailan solos. La chica baila con uno de los chicos, pero es ella la que domina. Los chicos vuelven a bailar solos; la danza es erótica pero también es violenta y ella los acompaña con la mirada. Son un trío casi todo el tiempo.

 

La ropa negra va dando paso a la piel, a los torsos desnudos que no dejan de bailar. La obra continúa transcurriendo, incluso después de los aplausos finales y Carriego sigue siendo la excusa que muchos espectadores comentan a la salida.

 

Millones de Segundos, una obra invitada

 

Todas las emociones pasaron por la platea que llegó a disfrutar de Millones de Segundos, una obra que cerró ovacionada y con comentarios muy positivos del público uruguayense que destacó la excelente interpretación de la protagonista. Las actuaciones estuvieron a  cargo de Raquel Ameri, Víctor Labra y Estela Garelli.

 

Esta obra formó parte de la programación invitada especialmente por la producción por el tema que propone. Al respecto Gabriel Cosoy, productor general del Encuentro, al ser consultado sobre las razones que motivaron la elección de esta obra señaló: “No solo yo, sino todo el público de todas las edades salió movilizado. Creo que se trata de un tema que nos lleva a cambiar el punto de vista y que genera debate, porque nos toca en lo profundo de nuestros prejuicios, en lo que ocultamos, en lo que no se quiere decir, en lo que nos causa conflicto. Nos pareció la más apropiada para abrir el festival. Era un riesgo, pero la poética de la puesta, la calidad actoral, el tratamiento del texto, me daba garantías de que aquellos que se sintieran ofendidos o molestos, no lo estarían por cuestiones artísticas sino por otros problemas propios”.

 

Casado Rubio, autor de la Millones de segundos, se refirió a la la participación en el Encuentro Entrerriano de Teatro en su 35 edición y señaló “que estar en Entre Ríos y poder mostrar nuestro trabajo por fuera del circuito del teatro porteño es algo tan valioso como necesario”.

 

Además explicó que se inspiró en una historia real luego de ver un video de Youtube en el 2016. “Era un chico teniendo una crisis de ansiedad por la cual  se autolesionaba, en medio de esa crisis que estaba viviendo este chico aparece su perro y evitaba con sus patas de que su dueño se siga lastimando. Comencé a estudiar sobre la vida de ese chico que tenía asperger y era transexual”.

 

El autor destacó también que “el hecho artístico tuvo que ver con una necesidad personal de aprender sobre la temática y contar una historia que me parece que abre cabezas para reflexionar lo que es la identidad sexual. Hoy en día con toda la información que hay, a la mayoría de las personas les cuesta dirigirse a un transexual”.

 

Para finalizar Casado Rubio, señaló que “la obra no pretende bajar línea, hace dos años que la hacemos y el público se va comprometido emocionalmente con lo que le sucede a este personaje. Y ese poder lo tiene el teatro y el arte”.

 

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