Dólar: ¿qué busca el BCRA con la baja del crawling peg y qué alerta la City?
El BCRA redujo el crawling peg al 1% mensual para contener la inflación y estabilizar el dólar, pero enfrenta riesgos en competitividad y reservas.
El dólar blue se vende este jueves a $1.240 en las cuevas del microcentro porteño. En el segmento bursátil, el dólar contado con liquidación (CCL) se negocia a $1.186, mientras que el dólar MEP opera en $1.172.
La economía argentina atraviesa un momento crucial marcado por una notable desaceleración inflacionaria y un esfuerzo continuo del Banco Central de la República Argentina (BCRA) por consolidar la estabilidad macroeconómica. Durante el 2024, el país logró cerrar el año con una inflación anual del 117,8%, una reducción significativa respecto al 2023. Este avance se atribuye a la implementación de un conjunto de políticas coordinadas que incluyen el anclaje cambiario, el superávit fiscal y el congelamiento de la base monetaria. Sin embargo, los expertos de mercado consultados por iProfesional advierten que los desafíos no han desaparecido, y las decisiones del BCRA continúan siendo clave en un entorno plagado de riesgos y oportunidades.
Según las fuentes relevadas, uno de los factores centrales en este proceso ha sido la reducción del ritmo de devaluación del peso mediante el «crawling peg», que se estableció en un 1% mensual. Esta estrategia buscó reforzar la tendencia desinflacionaria tras registrar tres meses consecutivos con índices de inflación cercanos al 2,5%. Los analistas destacan que esta medida permitió mantener el costo de vida relativamente contenido y evitar un impacto significativo en los precios de los bienes transables. No obstante, también advierten sobre el riesgo de una apreciación cambiaria excesiva, que podría comprometer la competitividad externa y encarecer los servicios no transables, los cuales registraron un incremento del 189% en 2024 frente al 96,3% de los bienes transables.
Por su parte, las perspectivas para el 2025 revelan un escenario mixto. De acuerdo con los datos del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del BCRA, los economistas proyectan una inflación acumulada del 22% para los primeros diez meses del año, mientras que el mercado se muestra más optimista, estimando un acumulado del 16% en el mismo período. Esta divergencia en las proyecciones abre un abanico de oportunidades de inversión, especialmente en instrumentos indexados al CER, que podrían ofrecer rendimientos atractivos en caso de que la inflación persista por encima de las expectativas oficiales. «La curva CER ofrece rendimientos competitivos para quienes buscan protegerse de la inflación», afirmaron los analistas.
A pesar de estos desafíos, los expertos destacan que la estrategia del BCRA se orienta a garantizar un equilibrio delicado entre tasas de interés, inflación y tipo de cambio. Actualmente, el diferencial entre la tasa de política monetaria y el ritmo del crawling peg se mantiene en niveles no vistos desde mayo, un escenario que favorece el financiamiento privado en dólares y ha permitido al BCRA acumular más de USD 5.500 millones en reservas desde septiembre. «El equilibrio entre tasas, dólar e inflación es un desafío diario que requiere ajustes constantes», señalaron los analistas consultados.
En síntesis, el proceso de desinflación en Argentina presenta avances significativos, pero también plantea riesgos que exigen un manejo cuidadoso de las políticas fiscales, monetarias y cambiarias. Las decisiones adoptadas por el BCRA en este contexto podrían marcar el rumbo de la economía en 2025, con implicancias directas para los mercados de inversión y el bienestar económico general. Mientras tanto, las oportunidades en instrumentos indexados y a tasa fija siguen siendo una opción viable para quienes buscan protegerse de la incertidumbre y capitalizar los avances en el proceso de estabilización macroeconómica.
La sociedad de bolsa GMA Capital realizó un análisis sobre las claves económicas y las oportunidades de inversión que plantea el año 2025. En su informe, la firma destacó las razones detrás de la desaceleración en el ritmo del «crawling peg» por parte del Banco Central de la República Argentina (BCRA) y presentó recomendaciones específicas sobre cómo posicionarse en el mercado de inversiones en este contexto.
El Banco Central decidió reducir el ritmo de devaluación del peso a un 1% mensual como parte de una estrategia para consolidar la desinflación que el Gobierno logró en 2024. Esta decisión permitió al país cerrar el año con una inflación anual del 117,8%, marcando un descenso significativo de más de 90 puntos porcentuales respecto al 2023. Según GMA Capital, esta reducción estuvo impulsada por el anclaje cambiario, un superávit fiscal y el congelamiento de la base monetaria, todos elementos clave para contener los precios.
No obstante, la firma advirtió sobre los riesgos inherentes a esta estrategia. Aunque se apunta a desacelerar los precios de los bienes transables, esta medida podría generar tensiones en el tipo de cambio real. En particular, los servicios no transables, que registraron un aumento del 189% en 2024 frente al 96,3% de los bienes transables, podrían limitar la efectividad del crawling peg como herramienta de control inflacionario. «La apreciación cambiaria podría encarecer el costo de vida doméstico y afectar la competitividad externa», destacó el informe.
Además, GMA Capital alertó que el contexto salarial podría sumar presiones adicionales. En los últimos meses, los salarios reales mostraron una mejora notable, pero de mantenerse esta tendencia sin avances en la competitividad sistémica, el riesgo de deterioro en la cuenta corriente y la disponibilidad de divisas comerciales aumentaría. En este escenario, el BCRA busca evitar desequilibrios mayores al mantener un diferencial de tasas favorable para el financiamiento en pesos, una decisión que ha permitido incrementar la liquidez en dólares del sistema financiero.
Por último, GMA Capital subrayó que la cautela del BCRA también responde a la necesidad de proteger el equilibrio entre tasas, inflación y tipo de cambio. El enfoque busca evitar impactos negativos sobre el mercado financiero y garantizar la estabilidad macroeconómica en un contexto todavía desafiante.
Un contexto de desaceleración inflacionaria
A su turno, según destacó el bróker Grupo IEB el dato de inflación de diciembre fue interpretado como una señal positiva dentro del proceso de desaceleración inflacionaria que atraviesa la economía argentina. Aunque diciembre suele presentar una estacionalidad positiva, el 2,7% informado por el Indec coincidió con las proyecciones del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA y fue recibido de manera favorable por el equipo económico.
Cabe recordar que el presidente había adelantado que, si el IPC registraba tres meses consecutivos con variaciones cercanas al 2,5%, el BCRA reduciría el ritmo del crawling peg a la mitad. Este compromiso encontró sustento en los datos reportados: 2,7% en octubre, 2,4% en noviembre y 2,7% en diciembre. De esta forma, la entidad monetaria materializó una medida que había sido anticipada como parte de una estrategia más amplia para estabilizar la economía.
Sin embargo, Grupo IEB advirtió sobre un aspecto preocupante en los datos. La inflación núcleo —que excluye precios regulados y estacionales— superó por tercer mes consecutivo al índice general: 2,9% vs. 2,7% en octubre, 2,7% vs. 2,4% en noviembre y 3,3% vs. 2,7% en diciembre. Esta dinámica podría señalar cierta resistencia estructural en los precios que podría dificultar una mayor desaceleración.
Perspectivas de desinflación y oportunidades de inversión
En el informe, GMA Capital destacó que las expectativas de desinflación para 2025 son variadas y, en algunos casos, optimistas. Según el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del BCRA, los economistas proyectaron una inflación acumulada del 22% para los primeros diez meses del año. Sin embargo, el mercado se mostró más optimista, descontando un acumulado de apenas 16% en el mismo período. Esta diferencia de perspectivas presenta oportunidades específicas para los inversores que busquen posicionarse en instrumentos indexados al CER.
«La curva CER ofrece rendimientos atractivos para aquellos inversores que quieran protegerse de la inflación«, afirmó la firma. En efecto, según los cálculos de GMA Capital, un bono CER con vencimiento en diciembre de 2025 podría generar un retorno directo del 31% si la inflación acumulada alcanza el 22% hasta octubre. Este rendimiento superaría el 26% estimado para una Lecap a tasa fija en el mismo periodo, lo que convierte a los bonos CER en una opción competitiva frente a escenarios de mayor persistencia inflacionaria.
No obstante, la demanda por instrumentos a tasa fija sigue siendo alta. En la primera licitación del Tesoro en 2025, el Gobierno logró colocar $3,49 billones, de los cuales el 93% correspondió a instrumentos no indexados. Esto reflejó el claro apetito del mercado por capturar retornos en pesos a corto y mediano plazo. Además, la emisión de un nuevo Boncap con vencimiento en junio de 2026 marcó un hito al colocarse a una tasa de 2,15% mensual, destacó GMA Capital.
Según la firma, la inclinación hacia la tasa fija también está relacionada con la pendiente negativa de la curva de rendimientos en pesos. Este fenómeno refleja tanto el proceso de desinflación en curso como la cautela del BCRA al no ajustar la tasa de política monetaria tras los últimos datos de inflación. En este contexto, GMA Capital recomendó diversificar las carteras, combinando instrumentos a tasa fija y activos indexados para mitigar riesgos y maximizar retornos.
El equilibrio entre tasas, dólar e inflación
Otro aspecto central del análisis de GMA Capital fue el complejo equilibrio entre política monetaria, inflación y tipo de cambio. La firma destacó que los niveles actuales de rendimientos en pesos, con tasas cercanas al 2% mensual para instrumentos a un año, indican una marcada pendiente negativa en la curva de Lecaps y Boncaps. Este diferencial, que alcanza unos 100 puntos básicos entre los instrumentos más cortos y los de mayor duración, refleja la confianza del mercado en el proceso de desinflación.
Según GMA Capital, esta configuración también responde a la decisión del BCRA de mantener inalterada la tasa de política monetaria pese al dato de inflación de diciembre y la reducción en el ritmo del crawling peg. La tasa actual de 2,7% mensual para las LEFI genera un diferencial de 170 puntos básicos con respecto a la nueva tasa de devaluación mensual, un nivel no visto desde mayo. Este diferencial fomenta el financiamiento privado en dólares, lo que ha contribuido a que el Banco Central acumule u$s5.500 millones en reservas desde septiembre.
Sin embargo, la firma advirtió que una reducción prematura de la tasa en pesos podría aumentar la presión sobre el dólar contado con liquidación (CCL), que ya ha mostrado volatilidad en las últimas semanas. En este contexto, el BCRA ha intervenido como oferente de dólares financieros para estabilizar el mercado, un esfuerzo que estimaron en alrededor de u$s1.000 millones entre diciembre y enero.
«El equilibrio entre tasas, dólar e inflación es un desafío diario que requiere cautela y ajustes constantes», señaló GMA Capital. La firma indicó que este enfoque podría extenderse al menos hasta la llegada de la cosecha gruesa o la implementación de un nuevo programa financiero con el FMI o inversores privados. Mientras tanto, las medidas recientes que fomentan la competencia de monedas contribuyen a aliviar las tensiones cambiarias.
Motivos de la baja del crawling peg
Por su parte, la sociedad de bolsa Grupo IEB analizó en profundidad la reciente decisión del Banco Central de la República Argentina (BCRA) de disminuir el ritmo del «crawling peg» del 2,0% al 1,0%, luego de la publicación del índice de precios al consumidor (IPC) correspondiente a diciembre. El dato, que mostró una variación del 2,7%, marcó un escenario propicio para ajustar la estrategia cambiaria.
El REM de diciembre no solo acertó en sus estimaciones para el último mes del año, sino que también proyectó una tendencia descendente en la inflación para los próximos meses. Según las cifras recopiladas, se espera que la variación mensual sea del 2,5% en enero, 2,3% en febrero y marzo, 2,0% en abril y 1,9% en mayo. Esta senda genera cierto optimismo respecto a la continuidad del proceso de estabilización económica.
Grupo IEB señaló que la consistencia de las proyecciones y la tendencia a sobreestimar la inflación en meses anteriores refuerzan la credibilidad en el REM. Sin embargo, también destacó que las expectativas de inflación a 12 meses han disminuido considerablemente, pasando de más de 180% a principios de 2024 a un 25,9% según el último REM. Aunque esto es alentador, el Grupo enfatizó que resulta difícil imaginar que se cumpla la meta de 18% para 2025 contemplada en el presupuesto.
«Si bien hay margen para que las expectativas sigan mejorando, alcanzar los niveles proyectados en el presupuesto dependerá de la consistencia de las políticas fiscales, monetarias y cambiarias», afirmó Grupo IEB en su análisis.
El rol clave del tipo de cambio
La reducción del ritmo del crawling peg no solo refuerza la estrategia de desaceleración inflacionaria, sino que también responde a la necesidad de estabilizar el tipo de cambio oficial. Según Grupo IEB, en una economía bimonetaria como la argentina, evitar un salto discreto del tipo de cambio resultó crucial para frenar una posible transición hacia un régimen de hiperinflación.
La combinación de anclaje fiscal, equilibrio monetario y estabilidad cambiaria permitió que la economía comenzara a aproximarse a un régimen inflacionario con características más normales. «En lugar de enfrentar una nueva crisis cambiaria, el BCRA logró generar condiciones para una desaceleración sostenida», puntualizó el informe.
No obstante, Grupo IEB advirtió que el desafío ahora radica en consolidar estos avances y evitar retrocesos. El equilibrio alcanzado hasta ahora se ha apoyado en un conjunto de decisiones oportunas, pero cualquier desviación podría generar nuevas presiones sobre la inflación y el tipo de cambio.
A cuánto cotiza el dólar blue hoy
El dólar blue se ubica en $1240 para la venta y a $1220 para la compra.
Cómo operan los dólares financieros
En el segmento bursátil, el dólar contado con liquidación (CCL) se negocia a $1.186, mientras que el dólar MEP opera en $1.172.
Cuál es el precio del dólar oficial
La cotización del dólar minorista del Banco Nación arranca a $1068.
El dólar mayorista se negocia a un promedio de $1048.
Por su parte, el dólar turista se ubica en $1.388,40.
La brecha cambiaria
Por último, la brecha cambiaria entre el dólar mayorista y los diferentes tipos de cambio, se encuentra de la siguiente manera:
- Blue: 18%
- CCL: 13%
- MEP: 12%
Deja una respuesta