La suba se calcula entre el dos y el cinco por ciento.

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Un nuevo aumento en los combustibles derivó de la escalada del dólar. Se prevé que para la primera quincena de este mes de enero, los combustibles aumentarán entre un dos y un cinco por ciento. Se suma a las restricciones para acceder al servicio con tarjeta de crédito, debido a la decisión de las estaciones de servicio. La primera empresa en aumentar el precio de venta del combustible será YPF y luego la acompañarían el resto de las compañías. Este aumento se suma al ya aplicado a principios de diciembre y se prevé que se replique en distintos sectores afectados por el uso de combustibles, como lo son los alimentos.

Las petroleras se preparan para aplicar otro aumento en los combustibles. Los principales jugadores del mercado local venían analizando el esquema tarifario desde la segunda quincena de diciembre y en la plaza local sostienen que es «inminente» la suba. Llegaría en la primera quincena del mes.

El salto en los precios se ubicaría entre el 2 por ciento y 5 por ciento. Las empresas argumentan que es insostenible mantener congelados los precios con el salto que tuvo el tipo de cambio el mes pasado y tras la suba del barril de crudo en el mundo.

En la plaza local sostienen que será la petrolera estatal YPF quien arroje la primera piedra y remarque los precios esta semana. Luego, seguiría el resto, publicó Ahora.

El 1° de diciembre YPF, dueña del 55 por ciento del mercado de combustibles en el país, aplicó aumentos de 6 por ciento promedio en las naftas y el gasoil en todo el país. Los precios en las estaciones de servicio quedaron en 22,66 pesos la súper; nafta premium o Infinia 26,15 pesos; diésel 19,99 pesos y diésel premium 23,18 pesos.

Durante 2017, el litro de nafta súper aumentó un 32,6 por ciento, el de premium un 35,5 por ciento y el gasoil un 28,6 por ciento en la Ciudad de Buenos Aires. Esas subas tuvieron un fuerte impacto en la inflación e incluso superaron la suba general de precios.

Para los privados, la inflación de diciembre se ubicó entre el 2,5 por ciento y el 2,8 por ciento, y atribuyen al menos medio punto porcentual del índice a la suba de los combustibles de principios de mes.

Desde octubre, el mercado de combustibles está liberado. Eso significa que ante un incremento en el barril internacional, las compañías locales pueden trasladar al consumidor la suba en el costo que pagan por la materia prima, sin regulación estatal.

Durante diciembre, el precio del crudo aumentó un 5,1 por ciento. Pero el incremento en el costo para las empresas fue mayor porque el barril se paga en dólares y el valor de la moneda americana en la plaza local pasó de 17,45 pesos (a ese valor cotizaba cuando las petroleras aplicaron el último aumento) a 19,12 pesos en pocos días, un salto mensual cercano al 10 por ciento.

En tanto, aún sigue latente la posibilidad que las estaciones de servicio quiten las tarjetas de crédito como modalidad de pago. Desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha) decidieron postergar para febrero el cese en la venta de combustibles con tarjeta de crédito que inicialmente habían prometido para el primer día del año 2018.

Según Clarín, la postergación surgió luego de una reunión de los titulares de la entidad con el secretario de Comercio, Miguel Braun, en la que el funcionario prometió generar un encuentro con las entidades bancarias y emisoras de tarjetas para los primeros días de febrero, a quienes los dueños de las estaciones de servicio acusan de aplicar altas tasas por los pagos con plásticos y demoras de más de dos meses para cobrar el dinero de las ventas.