El fenómeno Lavezzi que revolucionó al género femenino
Una de las revelaciones indiscutidas del Mundial de Brasil 2014 en cuanto a los más galanes, sin dudas, es el rosarino Ezequiel «Pocho» Lavezzi, que revolucionó la platea femenina.
Desde hace varios años, el jugador es coqueto y se dedica a mantener su figura, pero fue cuando lo enfocaron sin camiseta con el torso desnudo en el partido de Argentina contra Nigeria cuando dio su salto a la fama como galán. Su picardía, el físico trabajado repleto de tatuajes y su actitud antes de entrar a la cancha, en pocos minutos, lo posicionaron bajo la lupa entre las mujeres que miraban el encuentro.
Las redes sociales colapsaron de comentarios femeninos halagando su cuerpo y hasta en Facebook se creó un grupo para que el jugador del Paris Saint-Germain juegue sin camiseta, que ya superó los 130.000 seguidores.
«Él es un resultado de un cambio de imagen. Vi las fotos del antes y el después, es impresionante, hay cambio en el cuerpo, la piel, el pelo, hasta los dientes los tiene impecables, los músculos bien marcados. Además, él tiene una actitud más sexy que otros, coherente con ese personaje», analizó la asesora de imagen Carolina Aubele.
Sus looks sofisticados, su cuerpo torneado repleto de tatuajes, su personalidad de «chico de barrio» y el hecho de que sea uno de los representantes argentinos dentro de la cancha resultan la fórmula infalible para atraer la mirada femenina. Esto se suma a su sentido del humor; en pleno partido le tiró agua al director técnico Alejandro Sabella porque lo vio estresado y quiso distender la situación. Ellas mueren.
«Se nota que es inteligente. Ellos trabajan afuera y deben entender un poco más de lo que se trata el mercado de celebridades futbolísticas. Por ejemplo, David Beckham abrió un mercado nuevo en ese sentido. Uno que los vio crecer, ver el antes y el después, denota que se rodean de gente que son buenos asesores, que saben ayudarlos a hacer un producto de su imagen», indicó la especialista.
En la actualidad, tanto los deportistas como las actrices están en la mira de las firmas que buscan acercarse al consumidor de una forma más directa. «Los futbolistas son referentes en casi todo el mundo. Son como modelos, jóvenes, con físicos espectaculares, viajan, aprenden a vestirse bien, a soltarse», señaló Aubele.
Al comenzar su carrera como futbolista, las fotos muestran a Lavezzi con el físico menos trabajado, sólo algunos dibujos en su cuerpo y el pelo largo. En resumen, menos dedicado a la imagen y ni hablar de las tendencias cosmopolitas que ahora tanto incorporó.
Con el tiempo fue mejorando su imagen y ya desde hace varios años su interés por mantener su estética está a la vista. Meses atrás posó como modelo para la firma Etiqueta Negra junto a la actriz Calu Rivero y ya lucía sus tatuajes y una escultural figura. También durante sus veraneos en Punta del Este fue retratado por revistas del corazón de la misma forma.
En Napoli, fue uno de los jugadores más adorados por su desempeño profesional y también destacado por su estilo. En 2011 posó semidesnudo para el calendario del equipo con ocho mujeres rodeándolo.
Pero entonces, ¿por qué surge ahora una revolución por la contorneada figura de Lavezzi? Para Aubele la respuesta es simple y no requiere de mucho análisis. «Es en el Mundial cuando están la mayoría de las mujeres viendo futbol, ¿o no? Por eso se da todo esto ahora», evaluó Aubele.
Sin dudas, su actitud es otro punto clave que lo hace atractivo. Irreverente, suele llamar la atención con sus bromas y picardías. En medio de una coronación le faltó al respeto al presidente de la institución parisina cuando subió a recibir su medalla, despeinó al dirigente ante la mirada de todos los hinchas y el plantel. La reacción del máximo mandatario del club fue pagarle con la misma moneda. De más joven, fue a robarle el casco de bomberos al personal que se encontraba en la cancha para festejar un gol. Así es él, el bromista del grupo.
Pero el corazón rebelde de Lavezzi ya tiene dueño y es nada menos que de la modelo argentina Yanina Screpante. Tiene 30 años y desde hace tiempo acompaña al jugador por el mundo. Así que, mujeres, a mirar pero no tocar.
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