El organismo multilateral de crédito proyectó una caída mayor de la esperada para 2019 y una fuerte recuperación para 2020. El Fondo, preocupado por que el calendario electoral altere el «apetito» por las reformas.
Por la "incertidumbre electoral", el FMI empeoró su perspectiva sobre la Argentina.
Por la «incertidumbre electoral», el FMI empeoró su perspectiva sobre la Argentina. 

El Fondo Monetario Internacional (FMI) defendió la política económica del gobierno de Mauricio Macri, pero empeoró las proyecciones sobre el Producto Bruto Interno (PBI) de la Argentina para este año al considerar la «incertidumbre» de las elecciones presidenciales, la inquietud de lo que haga Jair Bolsonaro en Brasil y el riesgo de que aumente la «tensión comercial» entre Estados Unidos y China.

Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, dio a conocer en Washington su informe sobre «América Latina y el Caribe en 2019: una expansión moderada» en el que puntualizó que la economía de la Argentina cayó 2,8% en 2018, lo hará 1,7% este año y se recuperará 2,7% en 2020 tras las presidenciales.

Hace solo cuatro meses, en octubre, el organismo multilateral de crédito había adelantado que la economía de la Argentina se contraería 2,6% ese año y 1,6% en el siguiente, pero ahora revisó a la baja esas proyecciones por la «recesión de 2018» a la espera de una «recuperación de la actividad económica a partir del segundo trimestre de 2019».

«Una sequía severa redujo significativamente el producto y las exportaciones agrícolas, y la importante depreciación del peso registrada a mediados de 2018 impulsó la inflación, lo que afectó el ingreso disponible y la confianza de los inversionistas. El plan de estabilización del gobierno, basado en políticas monetarias y fiscales revisadas y fortalecidas, ayudó a atenuar las turbulencias financieras y estabilizar el tipo de cambio«, analizó Werner.

El funcionario del FMI luego expresó lo que espera para este año: «La inflación y las expectativas sobre la misma se encuentran en una tendencia descendente desde octubre y todo indica que seguirían disminuyendo lentamente en 2019. Esto permitiría una reducción gradual de la tasa de interés que, combinada con un aumento del salario real y de las exportaciones, generaría una recuperación de la actividad económica a partir del segundo trimestre de 2019″.

«Los riesgos domésticos (en la región ) incluyen «una menor confianza debido a la incertidumbre política en Brasil y México, y la incertidumbre relacionada con las elecciones en Argentina», analizó Werner.

«Las elecciones presidenciales que se realizarán este año podrían reducir el apetito de reforma» de la economía argentina, advirtió Werner.

En conferencia de prensa, el funcionario del Fondo abundó sobre la Argentina. Sostuvo que existe un «riesgo considerable» si las elecciones marcan un giro político que cambie el modelo económico. «Un cambio en la agenda económica podría tener un impacto importante» en el flujo de inversiones, aseveró Werner. “Claramente, cuál va a ser el marco de política que va a regir en la Argentina a partir del 2020 va a ser muy importante para una persona que quiera invertir en la Argentina para la próxima década», dijo, según consignó Clarín.

A nivel general en América Latina, en cambio, el organismo multilateral de crédito proyectó que la región crecerá 2% este año y 2,5% en el siguiente, es decir, a un ritmo inferior al de otros continentes, pero superior este año al PBI de la Argentina.