El hospital de Victoria habilita consultorio para la población travesti-trans
Ya hay «consultorios amigables» en los hospitales San Benjamín, de Colón; y Centenario, de Gualeguaychú, y es un paso clave para una población muy vulnerada, la mayoría sin trabajo en blanco y, por eso mismo, sin cobertura de la seguridad social. La atención estará conformada por un equipo de trabajo interdisciplinario, integrado por un médico clínico, personal de enfermería, psicólogos y trabajadores sociales adecuadamente capacitados en asesoramiento en temas de salud y sexualidad.
«Es un logro hermoso. Históricamente veníamos pidiendo un consultorio inclusivo, o diverso, amigable. Es una cuestión de salud pública contar con este consultorio porque nos viene a garantizar un derecho: que la salud pública nos garantice el adecuamiento de nuestros cuerpos», dice Karen Bruselario, de Diversidad Victoria. “Tener un consultorio amigable, le brinda a una comunidad tan postergada acceder a una mejor calidad de vida. Ya no será necesario que nuestro colectivo recurra a tratamientos clandestinos, sino que contará con profesionales que nos orienten y sigan los tratamientos hormonales; aplicando de esta manera no solo el acceso a la salud pública, sino una posibilidad de ampliar nuestras expectativas de vida”, agregó.
La Ley de Identidad de Género N° 26.743, sancionada en 2012 por el Congreso de la Nación, fija que para «el acceso a los tratamientos integrales hormonales, no será necesario acreditar la voluntad en la intervención quirúrgica de reasignación genital total o parcial. En ambos casos se requerirá, únicamente, el consentimiento informado de la persona». Y agrega que los efectores del sistema público de salud, ya sean estatales, privados o del subsistema de obras sociales, «deberán garantizar en forma permanente los derechos que esta ley reconoce. Todas las prestaciones de salud contempladas en el presente artículo quedan incluidas en el Plan Médico Obligatorio, o el que lo reemplace, conforme lo reglamente la autoridad de aplicación».
En la práctica ocurre muy otra cosa. Las personas trans suelen peregrinar por distintas ciudades para los tratamientos hormonales. Algunas viajan a Rosario; otras a Paraná; quienes pueden, acuden a la consulta privada. «Pero no todas las compañeras tienen para pagar una consulta -señala Karen Bruselario-. No todas tenemos obras sociales. En realidad, al no tener empleo, no tenemos obras sociales. Por eso muchas recurren a métodos precarios, nos automedicamos, con inyectables, con anticonceptivos o incluso con silicona líquida. Por eso, no superamos los 40 años de vida».
«Para las personas que necesitamos adquirir el tratamiento hormonal, que en esta localidad podamos contar con esta atención y acompañamiento. Hace que por primera vez seamos partícipes de derechos. Y más un derecho que nos asegura estar acompañades de distintos profesionales que pondrán en marcha una atención que nos incluye”, dice Agustina Arce, de Diversidad Victoria. “Estamos ansioses de trabajar en conjunto organizaciones de diversidad y el equipo de salud para analizar las necesidades del colectivo y cómo cubrirlas de manera efectiva, respetuosa e integradora. Recuperando un derecho postergado mediante un proceso de discriminación positiva que da acceso por fin a la salud a las personas LGBTQI+ en nuestra ciudad”, agrega Victoria Sosa. A su turno, Milton Nuñez, agrega: “Día histórico para la ciudad y para nuestra comunidad, orgullosos y conmovido por las cuerpas que ya no están y por lxs que aún seguimos y seguiremos en la lucha por los derechos humanos de ayer y de hoy. Aún quedan batallas por luchar y unidos las ganaremos de eso no tengo duda”.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora