«Nuestro proceso de revisión estandar gatilló una pausa en la vacunación para permitir la revisión de la información del paciente», indicaron desde AstraZeneca.

La compañía investiga si el paciente sufrió un efecto secundario grave o si su malestar no está vinculado con la inoculación.

AstraZeneca no especificó cuáles fueron los síntomas que presentó esa persona. La vacuna AZD 1222 no había presentado ningún efecto colateral grave en las fases 1 y 2 del estudio, a la que se sometieron 1.077 adultos sanos de entre 18 y 55 años, de los cuales el 60% experimentaron efectos secundarios como fiebre y dolor de cabeza y muscular, entre otros.

«Como parte de las pruebas aleatorias y controladas de la vacuna contra el coronavirus de la Universidad de Oxford a nivel global, nuestro proceso de revisión estandar gatilló una pausa en la vacunación para permitir la revisión de la información del paciente», indicó el laboratorio en un comunicado oficial.

Las pausas temporales en estudios médicos a gran escala no son inusuales, e investigar cualquier posible efecto secundario grave o reacción inesperada es obligatorio. AstraZeneca apuntó que el problema pudiera ser una coincidencia; enfermedades de todo tipo pueden surgir en estudios de miles de personas.

Remarcaron que este protocolo se aplica cuando «tiene lugar una enfermedad que potencialmente no tenga explicación. La decisión asegura que se mantenga la integridad de las pruebas. Durante el transcurso de pruebas de gran envergadura habrán enfermedades aleatorias, pero estas deben ser revisadas de manera independiente».

AstraZeneca es el laboratorio con el cual el gobierno argentino acordó desarrollar la vacuna AZD 1222 en el país y en México para toda Latinoamérica, con excepción de Brasil.

En los últimos días había trascendido que los voluntarios que se sometieron a la aplicación de la vacuna habían producido respuestas inmunes de anticuerpos y células T, que son las que combaten al virus.