El orden en las cuentas públicas volverá a ser prioritario en el presupuesto 2020
El gobernador Gustavo Bordet analizó con sus ministros las pautas para el presupuesto 2020. Destacaron la falta de certezas que vive el país y ratificaron el compromiso con el ordenamiento y la transparencia de las cuentas públicas, el pago de salarios, jubilaciones y la inversión social y en salud.
Sin embargo, el ministro se mostró cauto al observar que «tenemos que esperar los lineamientos del presupuesto nacional porque siempre se toman los parámetros que define la Nación», y recordó que «hace dos años atrás se proyectó un presupuesto con una inflación del 17 por ciento y después fue superior al 40».
En ese contexto, Ballay aclaró que «el 70 por ciento de los recursos que tienen las provincias provienen de coparticipación de impuestos nacionales», y que se deben tomar «los parámetros de inflación, del tipo de cambio y del crecimiento o decrecimiento de la economía que se proyectará para el año próximo a través del Ministerio de Economía de Nación».
Por otra parte, el ministro se refirió a las medidas adoptadas por el Presidente de la Nación esta semana y aclaró que «son beneficios que el gobierno nacional realiza pero con recursos que pertenecen a las provincias». También contó que esta opinión es compartida por sus pares de otras jurisdicciones, incluso provincias alineadas con el gobierno Nacional como Mendoza.
«A los entrerrianos, las medidas anunciadas por el gobierno nacional nos cuestan 1.100 millones de pesos aproximadamente», lo que impacta más fuertemente en la provincia teniendo en cuenta que el acuerdo salarial de este año incluyó una cláusula de ajuste salarial. «Hoy no sabemos cuánto va a ser la inflación de este mes porque todas las estimaciones previas, a partir de esta nueva devaluación se distorsionaron», resaltó.
Además Ballay se mostró preocupado porque con estas medidas «va a haber menos recursos para la Anses, producto de esta suspensión de los aportes patronales» y reiteró que «no son medidas económicas, ni de cambio de rumbo en la economía, sino meramente electorales y que tienen costo fiscal para todas las provincias».
No obstante, el gobernador Bordet se comprometió a «fortalecer el cumplimiento de lo que formamos en paritaria», ratificó. «Después analizaremos con los gremios, como lo hacemos siempre, y en el marco de lo que podamos cumplir», precisó.
«Recuerdo largas reuniones con los gremios previo a cerrar las paritarias; y realmente nosotros siempre planteábamos que el esfuerzo que hacíamos lo hacíamos para poder cumplirlo; y para poder cumplirlo dentro de los términos que lo estamos haciendo que es pagar los salarios en cinco o seis días hábiles de inicio de cada mes, salarios a activos y jubilados. Pero, obviamente, con esa responsabilidad analizaremos puntualmente los pedidos de los gremios y nos reuniremos con ellos oportunamente», agregó Ballay.
Por último, y respecto a la incertidumbre que rodea a la economía del país por estos días, el funcionario provincial aseguró que «vamos a cumplir los compromisos que asumimos» y recordó que «la prioridad absoluta es la de sostener el pago de haberes a activos y jubilados, la inversión social, especialmente la alimentaria, y la salud». «Va a haber mayor demanda por la disminución del poder adquisitivo y gente que va a perder su trabajo», adelantó.
También descartó que la provincia entregue algún tipo de bono dado que «son pagos en negro», afirmó y caracterizó los anuncios del gobierno nacional como «medidas realmente aisladas, porque no hablamos de un plan económico, sino de medidas de corte electoralistas».
«Son más medidas de un candidato que de un presidente, porque son pensando en octubre, pensando en revertir algo que es muy difícil», planteó al tiempo que explicó que «las modificaciones del Impuesto a las Ganancias y del Monotributo le van a costar 1.100 millones de pesos menos hasta fin de año para la provincia, de los cuales cerca de 200 millones se distribuyen con los municipios».
«Este nuevo impacto de la devaluación va a generar mayores costos y mayor gente sin trabajo», describió Ballay, y continuó: «La gente que se queda sin trabajo es más gente en nuestros hospitales públicos, demandantes del Ministerio de Desarrollo Social».