Estafa millonaria: investigan un esquema Ponzi con “vacas virtuales”
Una estafa con fondos de inversión ganaderos dejó un perjuicio de más de 200 millones de dólares en Uruguay. Se prometían vacas a inversores, pero muchas de ellas nunca existieron.

Una compleja estafa piramidal vinculada al negocio ganadero conmocionó a Uruguay, país que ostenta uno de los rodeos bovinos más grandes del mundo. La empresa Conexión Ganadera, fundada en 1999, atrajo a más de 4300 inversores –en su mayoría uruguayos y argentinos– bajo la promesa de alta rentabilidad en dólares a través de la compra y engorde de ganado. Sin embargo, una investigación judicial reveló que una parte significativa de las vacas nunca existió.
El modelo planteaba que el inversor aportaba dinero, la empresa adquiría ganado con esos fondos y los animales eran cedidos a productores rurales para su engorde. Al finalizar el ciclo productivo, los beneficios eran repartidos.
Durante años, la firma cumplió con los pagos, generando confianza en el sistema. No obstante, el esquema comenzó a desmoronarse a principios de 2025, cuando Conexión Ganadera, declaró que no podría cumplir con los compromisos asumidos y reconoció activos por solo 150 de los 400 millones de dólares invertidos.
La caída del sistema y una muerte en la ruta
El desplome del negocio ocurrió meses después del colapso de otras dos firmas similares, que también dejaron a miles de ahorristas sin retorno. En medio del escándalo, uno de los fundadores de Conexión Ganadera, Gustavo Basso, murió tras estrellar intencionalmente su auto contra maquinaria vial a 211 kilómetros por hora. La Fiscalía determinó que fue un suicidio.
Su socio, Pablo Carrasco, se desligó de la operatoria financiera y afirmó ante los afectados que solo se ocupaba de la parte técnica ganadera. “Esto es ganar-ganar, y 24 años alcanzan para que uno esté seguro de que eso es así”, había dicho Carrasco en 2023 ante un grupo de inversores.
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