Familiares de soldados dejaron rosarios y flores en las tumbas de Malvinas
Los familiares de los soldados identificados les rinden un histórico homenaje a los 90 héroes en el cementerio de Darwin.
Con una oración por los caídos argentinos e ingleses en la guerra de Malvinas y un llamado a «trabajar por la cultura del encuentro sin divisiones ni odios ni guerras«, concluyó la ceremonia religiosa en el cementerio de Darwin de la que participó un contingente de 248 argentinos, la mayoría de ellos familiares de los 90 soldados identificados el año pasado.
Los familiares siguieron la celebración religiosa sentados en sillas dispuestas frente a las tumbas de sus seres queridos y otros directamente sentados sobre las piedras de la sepultura.
La ceremonia fue presidida por el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Enrique Eguía Seguí, y representantes católicos y protestantes. Durante la misa también se bendijo una imagen de la virgen de Luján que será traída al continente para recorrer los hogares de los familiares que no pudieron viajar a las islas.
A su término el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, dijo sentir «mucha emoción» porque, «por fin, afloró la vida y celebramos la vida».
«Desde el Estado, estamos dando un paso gigantesco para saldar una deuda con los familiares«, agregó. A bordo de tres aviones, un contingente de 248 argentinos, en su mayoría familiares de caídos en Malvinas, partieron de madrugada desde el aeropuerto de Ezeiza con destino a la base militar de Mount Pleasant.
Formaban parte del contingente también médicos, psicólogos, el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj; funcionarios de la embajada británica y una reducida comitiva de prensa, en la que estaba incluida Télam.
También viajó a las islas el militar inglés Geoffrey Cardoso, quien en 1982 diseñó Darwin y se ocupó de enterrar a los soldados argentinos; el ex combatiente y presidente de la Fundación No me Olvides, Julio Aro, uno de los impulsores de la iniciativa de las identificaciones; y miembros de la Corporación América del empresario Eduardo Eurnekian, quien financió el viaje.
Una vez realizados los trámites de migraciones, que incluyeron el sellado del pasaporte, la delegación argentina recorrió en micros los 37 kilómetros que separan la base militar de Darwin, en dirección contraria de donde se encuentra la capital de las islas, Puerto Argentino.
Una vez en Darwin, tuvo lugar la ceremonia inédita, que incluyó una oración religiosa y honores militares para rendir homenaje a los caídos argentinos y británicos durante la guerra de 1982, a poco de cumplirse el 36 aniversario del inicio del conflicto.
Allí, los protagonistas fueron los familiares de los soldados argentinos caídos en la guerra que fueron identificados el año pasado tras un minucioso proceso forense, llevado adelante por el Comité Internacional de la Cruz Roja con participación del Equipo Argentino de Antropología Forense, merced a un acuerdo alcanzado entre los gobiernos de Argentina y el Reino Unido.
Desde hace pocos días, las tumbas de esos soldados ya contaban con su lápida de granito negra con la inscripción de su nombre y apellido, que reemplazó a las que portaban la leyenda «Soldado argentino solo conocido por Dios». Esas placas fueron traídas al continente para ser distribuidas entre los museos y recordatorios de Malvinas que existen por todo el país.
En el sector C del aeropuerto internacional de Ezeiza, al regreso de la delegación, tuvo lugar una ceremonia de recibimiento del contingente que fue hasta esta las Islas Malvinas. Allí, los familiares fueron recibidos por el Ministro de Defensa, Oscar Aguad y una banda del Regimiento de Patricios que ejecuto la Marcha de las Malvinas y el Himno Nacional, y hubo un minuto de silencio en honor a los héroes de Malvinas. De la ceremonia, participaron también María Fernanda Aurajo, presidente de la Comisión de Familiares de los Caídos en Malvinas; y el secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación, Claudio Avruj.(I:Telam)