Feliz día mujeres…!
El equipo de Diario Victoria y Fm Puente quería saludar a todas las mujeres Victorienses en su día.El 8 de marzo se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer, fecha elegida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para revisar los avances de los derechos femeninos y llamar a una reflexión sobre el papel trascendental que desempeñan en la sociedad.
La lucha ha sido ardua y aún continúa. Queda mucho por hacer pero los logros conseguidos son indiscutibles. En una entrevista con Infobae, el Dr. Walter Ghedin, psiquiatra, sostuvo que en los últimos siglos las mujeres vienen cosechando ganancias para sí mismas y en los roles sociales que desempeñan.
«La imagen de sumisión, dedicada a las tareas del hogar y la crianza de los hijos, ha quedado atrás. Hoy pueden elegir entre diferentes alternativas según su deseo e ideal de felicidad: defender la independencia, aceptar con dignidad la vida de hogar, o hacer convivir ambas formas, consiguiendo una feliz adaptación. Las damas de hoy pueden optar», indicó Ghedin.
«Hay que recordar que los cambios logrados costaron «sangre, sudor y lágrimas» y que la frase de Simone de Beauvoir «mujer no nace, mujer se hace», explica claramente cómo los condicionantes sociales modelan las dinámicas de género: para la sumisión, o la libertad. La sumisión ha sido el imperativo del medio; la defensa de los derechos la fuerza vital liberadora. Las damas modernas necesitan proteger las conquistas logradas durante tantos años por el accionar de luchadoras, enroladas o no, en movimientos feministas. No sería bueno traicionar los avances en materia de construcción de la subjetividad femenina, por ejemplo: autonomía, liberación del patriarcado, acceso a trabajos dignos y lugares de poder, decisión sobre la maternidad o el uso de métodos anticonceptivos. Sostener e incrementar los logros es el desafío que tienen actualmente las mujeres», expresó Ghedin.
El especialista consultado sostuvo que, no obstante todos estos logros femeninos, muchas mujeres están insatisfechas con sus vidas, como si no pudieran conciliar los baluartes rígidos de género con la autonomía conseguida.
«Las escucho quejarse por no poder conciliar las tareas del hogar con sus trabajos, por no delegar o pedir más compromiso a los hombres, por experiencias afectivas frustrantes que se reiteran, etc. Las quejas, la angustia, los reproches, las alejan de sus condiciones personales. Los reclamos van dirigidos hacia el entorno: el trabajo, las demandas del hogar, los hijos, los amigos, los hombres, como si todos ellos tuvieran que responder, atenuar y por qué no, «modelar» nuevamente sus intereses, sus cuerpos, sus capacidades», indicó Ghedín. «Las mujeres deben aceptar que la firmeza de sus acciones se encuentra en el interior de sí, en sus potencialidades, en sus dones personales y en todas las experiencias conseguidas».
Por su parte, Adriana Guraieb, psicóloga, sostuvo que durante mucho tiempo las mujeres vivieron atrapadas en el mito de la belleza, de estar siempre con un hombre al ladoy del complejo de aquellas que no fueron madres, por las razones que sean.
«Son muchos los mandatos a los que nos hemos sometido, que la belleza, que la eterna juventud, que la maternidad es la culminación de la mujer y, al decir de Naomi Wolf en su libro «El mito de la belleza», estos mitos no son el problema porque «el verdadero problema es nuestra falta de elección» una lucha entre la elección versus el sometimiento para agradar«, indicó Guraieb.
«Las mujeres seguimos en lucha para crear nuevos sentidos que nos transiten los caminos de la cosmética, del consumo, de la juventud o del éxito. Permitirnos tener la libertad de tener autonomía para no ser esclavas de las medidas corporales que la sociedad impone, para que la palabra sea más fuerte e importante; continuar luchando contra la discriminación y las violencias de género y, de ese modo, lograr progresivamente la anhelada igualdad, sin que por ello seamos caratuladas de feministas, anti-hombres o todos los prejuicios aún vigentes, cuando decidimos romper los paradigmas. ¿Aceptamos el desafío?».
Deja una respuesta