«Es una negociación y por lo tanto hay poco para hablar”, indicó el Presidente, en declaraciones ante periodistas en Casa Rosada.

El presidente Alberto Fernández sostuvo que el tema de las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la deuda externa “está todo bien, todo encaminado”, pero declinó dar más detalles porque “es una negociación y por lo tanto hay poco para hablar”.

Fernández formuló declaraciones a los periodistas acreditados en la Casa de Gobierno en el Salón de los Bustos de la sede gubernamental, tras encabezar una capacitación obligatoria destinada a las personas que se desempeñan en los tres poderes del Estado en la temática de género, prevista en la Ley Micaela, que se realizó en el Centro Cultural Kirchner, desde donde retornó caminando hasta la Casa Rosada.

El presidente se refirió a las negociaciones por la deuda externa con el FMI, cuyo director del Departamento del hemisferio Occidental, Alejandro Werner, respaldó ayer la política económica del gobierno y dijo que las últimas medidas “marcan una dirección positiva”.

“Estamos viendo, está todo bien, todo encaminado. Es una negociación y por lo tanto hay poco para hablar”, respondió el Jefe de Estado al ser preguntado sobre estas conversaciones.

Fernández comentó luego que el decreto que dispone el aumento a los estatales “se firmó ayer”, pero como “la suba empieza en marzo, con 3.000 pesos, y en abril, con otros 1.000 pesos, todavía hay tiempo, por eso digo que aunque salga, el efecto se verá en esos meses”.

Explicó que los maestros quedaron afuera de ese decreto “porque con ellos se abrió la paritaria nacional» y «cualquier acuerdo va a ser tomado dentro de la paritaria nacional”.

El presidente declinó luego efectuar comentarios sobre los dichos del ex agregado cultural de la embajada de Irán en Buenos Aires, Mohsen Rabbani, requerido por la Justicia argentina por su presunta participación el atentado contra la AMIA, ocurrido en julio de 1994, y quien esta mañana dijo en un reportaje radial que al fiscal Alberto Nisman «lo mataron porque no tenía pruebas para acusar a Irán».

“Honestamente, no escuché nada (del reportaje)”, expresó el presidente, y agregó: “No sé por qué lo dijo, no puedo opinar porque no escuché nada, no tengo ni idea en qué se funda”.