«Intento rescatarla porque hay 7.000 personas que trabajan allí, porque la ciudad de Avellaneda vive de Vicentin y porque es un operador muy importante» en un «mercado estratégico para el desarrollo de la Argentina», sostuvo el Presidente.

El presidente Alberto Fernández dijo hoy que se está actuando «con racionalidad económica» respecto de la firma Vicentin y que es necesario hacerse cargo de la empresa mediante una expropiación «por una cuestión de transparencia» y para que pueda volver a producir y exportar.

«Algunos dicen que el Gobierno con el tema de la deuda actúa como de derecha y en el caso Vicentin actúa como de izquierda, y la verdad que lo que estamos haciendo en ambos casos es actuar con racionalidad económica», dijo el Presidente en diálogo con Radio 10.

«Yo no puedo pensar en un país que necesita crecer en default y tampoco puedo ver impávido cómo se cae una empresa de la talla de Vicentin, donde los mismos accionistas dicen no tenemos cómo salvarla, que no pueden hacerse cargo de nada y me piden que el Estado se haga cargo sin necesidad de dictar una ley de expropiación, pero uno debe hacerlo por una cuestión de transparencia exclusivamente», agregó Fernández.

El presidente señaló: «Pensemos que el Estado se hace cargo y firma un acuerdo por el cual reciba las acciones de Vicentin. ¿A ustedes les suena transparente eso, teniendo en cuenta todo lo que se está investigando sobre Vicentin? Una empresa que está virtualmente sospechada de un manejo muy espúreo y ha dejado más de 1.000 millones de dólares de deuda colgada».

«Y si hubiera dejado que Vicentin termine en manos extranjeras, ¿cuál hubiera sido la reacción? Entonces si uno tiene en cuenta todo esto se da cuenta que en verdad nosotros estamos intentando rescatar una empresa que está al borde de la quiebra, eso sólo», analizó.

El mandatario dijo que está «esperando que la intervención me traiga información que no tengo, porque necesito saber más, el por qué de ese entramado de empresas, por qué entre 2015 y 2017 se crearon tantas empresas que no sabemos qué hacen, si son cáscaras vacías o si tienen alguna función, estoy esperando que la intervención se meta y me informe».

«El objetivo más prioritario es que la empresa vuelva a producir y exportar como corresponde, no alquilándole a otros las instalaciones, y que todo se haga en un marco de mayor transparencia, la prioridad es que podamos lograr que con un nombre prestigioso como YPF los productores vuelvan a confiar en la empresa y podamos pagar la deuda que la empresa tiene, y después hacerla crecer como todas las empresas del sector que buscan lo mismo», aseguró.

El objetivo más prioritario es que la empresa vuelva a producir y exportar como corresponde, no alquilándole a otros las instalaciones, y que todo se haga en un marco de mayor transparencia

Dijo que «la preocupación es muy grande» y que Vicentin es «todo un enjambre de empresas que son difíciles de entender cómo funcionan y todo eso nos hizo decir cuánto tiempo más podemos mirar esto sin intervenir».

«Habían en el medio un concurso abierto y en el concurso se anuncia la creación del comité de acreedores externos y ese comité representa el 40% de las deudas que tiene Vicentin y la verdad es que me preocupó mucho que esa empresa termine en manos de capitales extranjeros. Tengamos en cuenta que en Argentina hay siete cerealeras y cuatro de ellas son de capitales extranjeros», analizó.

Consideró que «ese mercado es muy importante porque gran parte de las exportaciones vienen por ese lado», y afirmó que el Gobierno rescató a Vicentin «de lo que es un camino seguro al precipicio, que termina con las quiebra de Vicentin o con el pase de Vicentin a manos privadas y capitales extranjeros».

«Yo advertí que el riesgo es muy grande y que seguramente al Estado no le haría mal tener una empresa testigo como es YPF en el mercado de hidrocarburos», reconoció.

«Una empresa testigo no supone la intervención sobre otras empresas, yo no creo que nosotros tengamos que dictar normas para regular más allá de lo que ya existe en el mercado granario. Sí creo que el Estado puede tener -en un tiempo en el que tras la pandemia la producción de alimentos va a tener un rol central-, una empresa que de algún modo promueva el desarrollo del sector», sostuvo Fernández.

Para el Presidente «el único instrumento» para rescatar Vicentin «es la expropiación, porque el Estado no tiene otro elemento, porque por ley los bancos públicos no pueden capitalizar deuda y porque YPF Agro no es una sociedad anónima: es una unidad de negocios que depende de YPF, que es una empresa cuyo objetivo es la explotación básicamente de hidrocarburos. Y el vínculo de YPF y la agricultura tiene que ver con productos que YPF tiene para la fertilización del campo pero no la explotación agrícola y mucho menos la exportación de cereales».

Fernández dijo que tras el anuncio del lunes, recibió el llamado de «Sergio Nardelli y la propuesta que me hace es que el control de la empresa lo tome YPF, entonces yo le explico todas las dificultades técnicas y jurídicas que hay para que YPF haga eso, pero nunca me dijo otra cosa más que el Estado se haga cargo de la empresa, porque YPF es el Estado».

«(Los dueños) sostienen no haber hecho ninguna irregularidad, sí me ofrecieron colaborar y ayudar y les dije que me encantaría que lo hagan porque si ellos quieren preservar Vicentin, ayudenmé a que no sea arrastrada a una quiebra», sostuvo.

Remarcó que decidió rescatarla porque en la compañía «hay 2.600 productores agrícolas estafados, porque hay 2.000 personas que trabajan, porque la ciudad de Avellaneda vive de Vicentin, porque es un operador muy importante en el mundo cerealero y en la exportación de cereales de Argentina y porque ese mercado es estratégico para el desarrollo económico argentino y en ese contexto tiene mucho sentido que el Estado tenga una empresa testigo».