Un niño y una maestra piden en el Concejo una plaza para su barrio
En la sesión ordinaria del Concejo Deliberante de la Ciudad de Victoria el alumno Ángel Figueroa y su maestra de 6to. grado de la Escuela 47 Bernardino Rivadavia, Alejandra Castro se sentaron en la banca ciudadana para justificar el pedido de una plaza para su barrio.
Ante la comunidad educativa y un centenar de ciudadanos los disertantes dieron motivos suficientes para que el proyecto de una plaza sea rápidamente tratado y ejecutado en el ámbito comunal.
Los concejales de los dos bloques que conforman el Cuerpo Legislativo pidieron que el proyecto sea derivado a plenario de comisión para que el cuerpo en su conjunto pueda analizarlo y aprobarlo.
Al momento de la exposición el joven Figueroa planteó ante los concejales y el público presente que se ha proyectado un espacio que estaría ubicado en la esquina de la escuela Vélez Sarsfield y Perú con juegos para niños, incluyendo juegos para discapacitados.
Consultadas las autoridades municipales de Victoria sobre el predio que la comunidad educativa ha propuesto dijeron que el lote es de la familia Pittavino y que estarían adelantadas las gestiones para realizar una donación al municipio para plantar allí el espacio recreativo.
Inicio
La iniciativa nació en la Feria de Ciencias y se fue potenciando hasta llegar hoy a ocupar una banca para solicitar el espacio público para el barrio.
En primer lugar, contaron las docentes a cargo del proyecto, presentaron un proyecto de Ciencias denominado Una Plaza para Mi Barrio. Motivados por algunos concejales que recorrieron la muestra estudiantil, la comunidad educativa, dio un paso más: pidió la Banca Ciudadana, un instituto que permite a un ciudadano victoriense presentar un proyecto con avales de los vecinos.
“Hemos trabajado con los niños y en realidad estamos queriendo que se haga efectivo un reclamo del barrio que es que un predio que está haciendo cruz a nuestra escuela sea destinado a una plaza ya que el barrio no la tiene” expresó Cristina Muñoz, docente a cargo del curso. En realidad hemos visto la posibilidad de que la iniciativa prospere por medio de éste instituto que no es conocido por la comunidad, detalló la docente. De éste modo no solo estamos reclamando una plaza sino también estamos conociendo un derecho de peticionar en el Concejo Deliberante.
Pasos
De acuerdo al Decreto 25 del Concejo Deliberante del año 1996 crea el instituto de Voz y opinión ciudadana que habilita a los vecinos respaldados por lo menos con 25 firmas a presentar ante el cuerpo propuestas e inquietudes que consideren de interés.
Luego de la ponencia realizada por la maestra, ésta tarde, los ediles pueden hacer suyo el proyecto y con sus firmas presentarlo para darle tratamiento y posterior aprobación legislativa.
La maestra podrá exponer el trabajo durante un plazo no mayor a los 15 minutos, de todos modos tendrá voz pero nunca voto. Asimismo el disertante no podrá emitir opinión sobre otros temas que trate en el orden del día el cuerpo deliberativo.
El proyecto nació para una feria de ciencias, sin embargo docentes y alumnos apuntan a ser realidad y pedirle al Concejo Deliberante que apruebe una plaza para el Cuarto Cuartel. Los alumnos junto a docentes ya tienen en la mira un lote que podría ser destinado al espacio verde que reclaman para el barrio como también han realizado una encuesta entre los vecinos para conocer que juegos deben instalarse y el nombre del espacio.
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