Fin de la historia. Marco Ruben seguirá su carrera en Brasil. Tal como lo deseaba el delantero desde que Atlético Paranaense vino a la carga y le mostró el proyecto. También luego de que le cerraran los números del contrato que percibirá por una temporada. Los brasileños dieron ayer el brazo a torcer y decidieron hacerse finalmente cargo de los correspondientes gastos por los impuestos que demandará el préstamo con cargo por una temporada. También de abonar lo que corresponda si luego de la cesión temporaria los rojinegros deciden hacer uso de la opción de los derechos del punta. El capitán de Central ahora sí se presentará hoy en el country de Arroyo Seco para saludar a la tropa auriazul y luego ya firmar toda la documentación con su nuevo club, que jugará la Copa Libertadores.

Marco tendrá mucha actividad en la sabatina jornada. El protocolo indica que por la mañana dará el presente en el country para saludar a modo de despedida a empleados, jugadores y cuerpo técnico canallas. Quizá hasta comparta el almuerzo.

Luego ya se centrará en la parte burocrática. Tendrá que extender el vínculo con Central hasta junio de 2020, ya que el actual caducará en junio próximo. «Hubo una gran predisposición del jugador en este caso, porque no puso barreras para prolongar el vínculo. Quiere que el club perciba algo de dinero por su traspaso», le indicó una fuente calificada de Arroyito a este medio.

El gesto de Ruben es loable. Sobre todo luego de que la entidad canalla lo repatrió en un momento donde su carrera era intrascendente. También donde hizo un desembolso histórico de casi 9 millones de dólares entre la compra del pase y el contrato que le hizo al delantero cuando Eduardo Coudet consideró que era necesaria su vuelta a la casa que lo vio nacer y crecer.

Por más que el 2018 fue prácticamente para el olvido, debido a lesiones, problemas personales y una extensa racha de falta de goles, lo concreto es que lo que termina quedando en la retina del hincha es cuando levantó la Copa Argentina en Mendoza en diciembre pasado. Para el hincha, eso será lo que mantendrá viva la llama del respeto por su goleador.

En cuanto a la negociación hay que destacar que venía empantanada. Atlético Paranaense no estaba dispuesto a hacerse cargo de los correspondientes impuestos. Sea por el actual préstamo (de 200 mil dólares) como también cuando llegue el turno de hacer uso de la opción de compra de la ficha (en más un millón y medio de dólares), si así lo considera el club de Curitiba. Pero hay que resaltar que ayer todo cambió de manera radical.

«Ya está. Ahora sí se puede decir que hay acuerdo. Atlético avisó que afrontará los impuestos, que en definitiva era la única traba que había. Aunque quedamos de acuerdo y hoy (ayer) no lo cerramos por cuestiones de tiempo, pero mañana (hoy) se finiquita todo si Dios quiere», le apuntaron a este medio desde Central con precisión.

En consecuencia, el atacante partirá hacia un nuevo destino. Brasil lo espera. Jugará, siempre y cuando no surjan contratiempos, en Paranaense. Tendrá la chance de jugar la Copa Libertadores, pese a que si lo deseaba también podría representar a Central en el máximo torneo continental como lo hizo en 2016. Hoy pasará por el country de Arroyo Seco y luego le pondrá punto y aparte a su historia con el canalla, ya que las puertas del club quedarán abierta.