Impuesto interno a los autos: a partir de qué precio se pagará el tributo, según la nueva escala de AFIP
A partir de este 1º de diciembre, el Gobierno aplicará una nueva escala para el «impuesto interno» que se cobra a los autos 0Km en la Argentina.
Los vehículos con precios al público superiores los $2.250.000 pagarán una alícuota del 20%, que es la correspondiente a la primera escala del gravamen también conocido como «impuesto al lujo».
Hay que notar que el tributo alcanza de esta manera a autos que cuestan solamente u$s14.500 a la cotización blue, o u$s26.000 al tipo de cambio oficial minorista.
Hasta este lunes, cierre de noviembre, el impuesto se vino aplicando a autos con precios desde los $2.040.000.
La segunda escala del impuesto, en tanto, se aplica a los autos a partir de un valor de $4.150.000. En este caso, el tributo es de un 35%.
Hay un detalle no menor: por la forma de aplicación del tributo, una alícuota de 20% representa una suba del precio del 25% mientras que la de 35% dispara el valor en alrededor de 50%. Es por eso que muchos modelos quedan «topeados» justo debajo de la base imponible para no sufrir ese recargo.
Las automotrices, y especialmente los importadores, aseguran que la suba de la base imponible que se viene realizando en 2020 no alcanza para cubrir el incremento de la inflación como tampoco la devaluación del peso.
Hay que tener en cuenta que en 2008, el impuesto impactaba vehículos de u$s61.000 con un 11% de tasa efectiva. Ahora, afecta a modelos de un promedio de u$s25.000, y la tasa es de 25 por ciento.
Es por eso que muchos modelos quedan «topeados» justo debajo de la base imponible para no sufrir ese recargo.
Sin embargo, en el caso de no poder sostenerlos en ese nivel, esos autos se dejan de comercializar en la práctica ya que quedan descolocados frente a la competencia. Las empresas eligen no venderlos antes que hacerlo a precios irrisorios, ya que la demanda no respondería.
Impuestos internos: así golpean al mercado automotriz
La inflación, sumada a la devaluación y la suba del dólar, terminó impactando fuertemente en el precio de los 0km, los cuales no paran de aumentar en este 2020 y el piso para comprar un auto ya superó el millón de pesos.
Sin embargo, donde más estragos está causando esta situación, es en los modelos que están al borde del impuesto interno, el cual hasta ahora afecta a los autos que se encuentran en la barrera de los $2.050.000. De esta forma, son cada vez más los vehículos que se ven obligados a dar un gran salto en su cotización o bien salir del listado de modelos de oferta local para evitar ese incremento.
Modelos discontinuados
Dentro de los modelos que ya no se venden, producto del incremento del valor que los llevó a quedar afectados por el impuesto interno, dentro del grupo PSA se encuentran dos opciones, que son el Peugeot Traveller y Citroën Spacetourer, las vans para ocho pasajeros.
Desde la marca confirmaron que ambos fueron discontinuados producto del contexto que atraviesa el mercado interno.
En el caso de Volkswagen, el modelo que no forma parte de su listado de precios es el Vento GLi, también discontinuado por el momento, lo mimo que pasa con la versión Hero del SUV más vendido del mercado, el T-Cross, el cual no se encuentra en el listado mencionado.
Sin embargo, cabe destacar que tanto el Vento Highline que se sigue ofreciendo como el T-Cross Highline, los dos tope de gama de su línea, también sufren el impacto del impuesto interno. En el primer caso tiene un valor de $3.285.200 y en el segundo, de $2.544.000.
Otros modelos que quedaron alcanzados por el gravamen dentro de Volkswagen son las versiones GTS de Virtus y Polo, las más deportivas. Las mismas salen $2.628.900 y $2.733.0000.
Chevrolet es otra de las compañías donde la brecha de precios entre un modelo y otro, dentro de la misma gama, se agranda debido a que algunas versiones tienen el impuesto interno.
Es el caso de Equinox, el SUV mediano de un promedio de $2.150.000 salta hasta los $4 millones, producto del gravamen. De esta manera, hay una diferencia de casi dos millones de pesos entre cada una de las versiones que se ofrecen.
Donde por ahora logra escapar a este impuesto es en los modelos más chicos, tanto Onix como Cruze, el auto de producción nacional, cuya versión más cara tiene un precio de 2.125.000 pesos.
En el caso de Ford, ningún modelo fue discontinuado de su oferta por el impuesto interno, aunque varios de ellos fueron alcanzados por el gravamen. Y ahora tendrán un poco más de oxígeno, con la actualización de la base imponible.
El caso más representativo es Ecosport: por ahora la marca lo mantenía debajo del impuesto interno, y tanto la versión tope de gama, de motor 2.0 Titanium, como la Storm, la más deportiva, tienen un precio de $2.065.000, es decir, «topeado» para que no lo alcance el gravamen. Ahora, habrá un poco de margen para actualizar valores sin que caiga dentro de la primera escala.
Luego, el resto de la oferta de SUV, tanto Territory como Kuga, los modelos que completan su gama, caían en el segundo nivel del impuesto, ya que superan los 3 millones de pesos, y lo mismo pasa con el Mondeo. Con el aumento de la base imponible, habrá que ver cómo se reacomodan los precios.
A pesar de eso, la marca sigue ofreciendo toda la gama completa y no hizo cambio de versiones ni productos.
En Honda también siguen ofreciendo las mismas versiones de sus productos pero algunos dentro de la misma gama fueron alcanzados por el impuesto, como es el caso del modelo más vendido de la marca, el HR-V, que sale $2.900.000 en su versión más completa.
Toyota también decidió sacar el tope al Corolla y las versiones más equipadas promedian los $2.600.000.