La Justicia de Victoria tendría determinado que un muchacho habría fallecido por ahorcamiento en el calabozo. Pero los familiares denunciaron que fue arrestado ilegalmente al tiempo que fue sometido a una brutal paliza.
Es muy ardua la investigación judicial que lleva adelante el fiscal Gamal Taleb en Victoria para aclarar en qué circunstancias se produjo el deceso de un preso alojado en los calabozos de la Jefatura de Policía, y si el acusado de una contravención sufrió una privación ilegítima de la libertad agravada y apremios ilegales.
Con UNO se comunicaron familiares de Ignacio Pereyra, un joven de 18 que el sábado a la madrugada fue encontrado sin vida en una de las celdas de la Jefatura de Policía de Victoria.
La tía del pibe informó que hay severas dudas y sospechas que el muchacho haya sido inducido a quitarse la vida, como mínimo, y que previo a su detención, «haya sido víctima de una privación ilegítima de la libertad agravada y de apremios ilegales».
La mujer que vive en Paraná, contó: «Estamos muy mal porque hay muchos puntos muy oscuros con la muerte de Nacho, como también de cómo se produjo su detención y los motivos de la misma».
Relató la familiar del muchacho que se le encontró pendiendo de una campera dentro de la celda, que él tenía inconvenientes con algunos funcionarios policiales «que lo buscaban permanentemente para acusarlo de hechos delictivos».
«Se que mi sobrino tenía sus cosas, que le hacía grandes dolores de cabeza a mi hermana, pero no era para que lo llevaran por algo que no hizo, y para peor encontrarlo ahorcado en circunstancias muy llamativas», expresó Alejandra Ferreyra a este medio.
La hermana de la madre del pibe que murió, agregó: «Nos sorprendió a todos que se haya quitado la vida. El tenía intenciones de vivir, tenía proyectos, por lo que es muy raro que de una haya avanzado en el suicidio. Si me pongo en su lugar, cansado del hostigamiento policial, de esa persecución y una presión muy importante».
La tía hizo notar: «Por lo que me contó mi hermana y otras personas, él fue detenido por un tema que no tuvo nada que ver. En ese ida y vuelta, la madre escuchó que él gritaba que no lo golpearan, que no lo amenazaran y que no lo llevaran».
«El fue a una pintada de 15, y terminó detenido, y luego le avisan a la madre cuatro horas más tarde, que estaba muerto», detalló para alertar: «La detención fue totalmente ilegal e injusta».
Sobre la investigación judicial, comentó: «Si bien hubo algunas medidas que no se nos informó y sus resultados, sabemos que la Justicia está investigando cómo se produjo el deceso de Nacho. Pero como todo esto es irregular y lleno de dudas es que se hizo una denuncia de parte de nuestra familia para que se aclare las circunstancias de la detención y cómo se produjeron los golpes que visualizamos en el cuerpo».
Otro punto cuestionable para la investigación, es el no reconocimiento del cuerpo. «A mi hermana y a ningún otro familiar le avisaron del traslado de mi sobrino sin vida a la morgue de Oro Verde. Por qué pasó esto».
«Luego de esa medida, sí lo entregaron y ahí pudimos constatar las lesiones en la cabeza, el pecho y otras partes del cuerpo, incluso en la zona de las costillas había golpes y las marcas de los borcegos de los policías», manifestó.
El fiscal no descarta nada
UNO dialogó a continuación con el fiscal Gamal Taleb. El funcionario judicial brindó una serie de datos que son de interés para la causa. «Lo primero que quiero decir es que hay cámaras de seguridad dentro de la Policía que muestran que el joven detenido, habría muerto sin la participación de terceros. Las imágenes muestran cuándo el policía recorre las celdas y se sorprende al encontrar esa situación».
«Además el informe de la autopsia, nos adelanta que se está frente a un ahorcamiento, por lo que se robustecería la idea de un suicidio. Igualmente faltan varias medidas para llegar a una conclusión final», aclaró el fiscal.
Lo que sí determinó Taleb, fue profundizar la denuncia de los familiares de Pereyra. «Sabemos que hubo un llamado al menos, informando de problemas con un grupo de muchachos. Lo que vamos a llegar hasta las últimas consecuencias es establecer si el joven fue detenido arbitrariamente y sometido a apremios, o no».
«Ordené secuestrar los libros de la guardia, las filmaciones de las cámaras externas e internas de la jefatura. Allí se puede ver que el muchacho ingresa por sus propios medios a la departamental», resaltó el fiscal para informar: «Se me indicó por parte de los médicos forenses de Oro Verde que, en la autopsia, se localizó un golpe en el pecho con marcas que podrían llegar a ser del caño de una escopeta tipo calibre 12,70 (arma que utiliza la Policía). Por ello se dispuso el secuestro de las armas largas y la búsqueda de material orgánico».
De la investigación están los nombres y apellidos de los cuatro policías que intervinieron en el procedimiento de detención del muchacho que con posterioridad, aparece muerto en el calabozo. Sus armas fueron peritadas, lo mismo que el calzado.
 
 
Todo legal
José Francisco Berón es el jefe departamental de Victoria, y lo primero que dijo a UNO fue indicar que, por lo que se le informó por parte de los funcionarios que participaron de la detención y traslado, «todo se realizó legalmente, sin ningún tipo de problemas».
Para las autoridades policiales de Victoria, se está frente a una situación sin ningún tipo de irregularidades. Comentó Berón a UNO que están registrados los llamados de los vecinos alertando de los incidentes provocados por Pereyra, como también que se está frente a una autodeterminación a la hora de quitarse la vida.
Se hace saber que se puso todo a disposición de la Justicia para que se aclare la denuncia de los familiares del muchacho y, de esa manera, se sepa si el personal que detuvo a Pereyra actuó ajustado -o no- a Derecho.
En cuanto a las lesiones, se señaló que las celdas cuentan con un sistema con bulones de considerable tamaño, por lo que sería altamente probable que los golpes en la zona craneal y del pecho se los haya provocado al momento de sufrir un shock emocional por quedar detenido, tal como indicaron los presos de las restantes celdas quienes aseguraron que el muchacho gritaba y se golpeaba para reclamar su libertad.
Se indicó que Pereyra contaba con antecedentes policiales y un par de causas por robos estaban judicializadas, incluso para ser llevadas a juicio.
Finalmente Berón respaldó a su personal: «Ellos me aseguran que nunca le pegaron al detenido, que sí fue reducido y esposado y luego llevado a Jefatura sin mayores novedades e inconvenientes». «Igualmente estamos atentos colaborando con la Justicia para que todo esto se aclare», resaltó finalmente.
Fuente: UNO