El alzhéimer afecta a varias personas en el mundo. (Foto: Adobe Stock)
El alzhéimer afecta a varias personas en el mundo. (Foto: Adobe Stock)

La enfermedad de Alzheimer es un trastorno cerebral progresivo que destruye lentamente la memoria y las habilidades de pensamiento. Con el tiempo, también erosiona la capacidad de llevar a cabo incluso las tareas más simples, mientras que es la causa más común de demencia y afecta a millones de personas, especialmente a adultos mayores.

Ahora, investigadores de la Universidad de California en Irvine descubrieron que una combinación de compuestos naturales se podría convertir en una alternativa no farmacológica para rejuvenecer las células cerebrales envejecidas y eliminar las proteínas tóxicas asociadas con la enfermedad de Alzheimer.

El té verde tiene diversas propiedades. (Foto: Adobe Stock)
El té verde tiene diversas propiedades. (Foto: Adobe Stock)

Se trata de una mezcla de nicotinamida (una forma de vitamina B3) y galato de epigalocatequina (un antioxidante presente en el té verde) que podría restaurar los niveles de trifosfato de guanosina (GTP), una molécula clave de energía en las neuronas, según explicó el equipo en un estudio publicado en la revista GeroScience.

Qué se descubrió en el estudio

Según detectaron en pruebas realizadas en cultivos de neuronas, esta combinación logró revertir los efectos del envejecimiento celular y facilitó la eliminación de los cúmulos de proteína beta-amiloide, una de las principales características del alzhéimer.

El autor principal del estudio, Gregory Brewer, profesor adjunto de ingeniería biomédica en la UC Irvine dijo que, a medida que las personas envejecen, sus cerebros muestran una disminución en los niveles de energía neuronal, lo que limita la capacidad de eliminar proteínas no deseadas y componentes dañados. Además, señaló que descubrieron que restaurar los niveles de energía ayuda a las neuronas a recuperar esta función esencial de limpieza.

Cómo fue la investigación

Los investigadores utilizaron un sensor fluorescente codificado genéticamente llamado GEVAL para analizar los niveles de GTP en neuronas envejecidas y observaron que, con la edad, la cantidad de GTP libre disminuye, especialmente en las mitocondrias, que son los centros energéticos celulares. Esta disminución afecta negativamente a la autofagia, un proceso crucial que utilizan las células para eliminar elementos dañados.

Sin embargo, al tratar estas neuronas durante 24 horas con nicotinamida y galato de epigalocatequina, los niveles de GTP se elevaron hasta valores similares a los de neuronas jóvenes. Esta recuperación desencadenó múltiples beneficios: se reactivó el metabolismo energético, se estimularon proteínas clave en el transporte celular (como Rab7 y Arl8b) y se mejoró la eliminación de los cúmulos de beta-amiloide. Además, también se redujo el estrés oxidativo, otro factor implicado en la neurodegeneración.

Existen distintos tipos de olvidos. (Foto: Adobe Stock)
Existen distintos tipos de olvidos. (Foto: Adobe Stock)

“Este estudio destaca el GTP como una fuente de energía previamente subestimada que impulsa funciones cerebrales vitales”, aseguró Brewer, quien añadió: “Al complementar los sistemas energéticos del cerebro con compuestos disponibles como suplementos dietéticos, podríamos abrir una nueva vía para tratar el deterioro cognitivo relacionado con la edad y la enfermedad de Alzheimer”.

En tanto, Brewer advirtió que aún se necesita investigar más para determinar la mejor forma de administrar el tratamiento, ya que ensayos clínicos recientes en los que participaron investigadores de UC Irvine indicaron que la nicotinamida oral no resultó tan eficaz debido a su rápida desactivación en el torrente sanguíneo.