Este martes se hallaron más huesos

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El juez de Garantías de Nogoyá, Gustavo Acosta, dijo que se sigue con el trabajo de las excavaciones, y que luego “vendrán otras medidas”. Hasta ahora la causa sigue caratulada como “averiguación de parad

En el mediodía de este martes, personal policial a cargo del operativo que lleva adelante la Justicia de Nogoyá, encontró más huesos pequeños dentro del pozo de agua que se está inspeccionado en la estancia “La Candelaria” en la investigación que se lleva adelante para esclarecer qué pasó con la familia Gill, que desapareció 16 años atrás en esa zona del departamento Nogoyá.

El juez de Garantías de la ciudad de Nogoyá, Gustavo Acosta, detalló que este material, junto al hallado en la jornada de ayer, será peritados. Los especialistas del Superior Tribunal de Justicia, que van a poder definir si se trata de un material útil para la causa, es decir si se trata de restos humanos o animales”.

La causa sigue caratulada como averiguación de paradero. “Hasta ahora no hay ningún otro elemento que pueda implicar una modificación de la calificación legal o algún tipo de imputación”, mencionó el magistrado.

“Agotaremos estas medidas que tienen que ver con la excavación en dos puntos del predio, que fueron señalados oportunamente por una persona que entrevistamos”, indicó Acosta. Enseguida dijo que “una vez agotada esta medida, seguiremos con otras que probablemente tengan que ver con otros datos respecto del predio, para continuar con el trabajo”. 

El juez aseguró que “más allá de los resultados que tengamos en esta medida, tenemos la voluntad de seguir trabajando. Nuestra obligación es continuar la investigación hasta agotarla. Toda hipótesis o dato firme que se presente, tenemos la obligación de trabajarla”.

El caso de a desaparición fue denunciado por la madre de Norma Margarita Gallego, esposa de Gil, a través de su abogado Mariano Navarro. El caso, investigado en un primer momento por la doctora Ana María Contín, se remonta a enero de 2002 fecha en la que se vio por última vez a la familia (integrada por Gil, de 56 años, su esposa Margarita Norma Gallegos, de 26, sus hijos María Ofelia, de 12, Osvaldo José, de 9, Sofía Margarita, de 6, y Carlos Daniel, de 2), en un velatorio, en la ciudad de Viale.

Durante estos años nunca aparecieron vestigios de que la familia estuviera con vida. No hay registros migratorios, laborales, escolares ni eleccionarios que marquen una mudanza y la causa sigue caratulada como averiguación de paradero.

Fuente: Elonce