La derrota de anoche ante Independiente, tras un primer tiempo flojísimo, aceleró el descontento de la dirigencia con la continuidad de Kudelka y hoy podría ser el punto final. Newell’s aún no ganó en el torneo y el equipo luce confundido. Resignación. Kudelka observa el partido con preocupación. Newell’s luchó hasta el final

El ciclo de Frank Kudelka está en extinción. Las respuestas futbolísticas que debían aparecer anoche en el Coloso frente a Independiente lejos estuvieron de irrumpir en escena y se multiplicó aún más el desaguisado del funcionamiento leproso. Lo paupérrimo del primer tiempo era casi una sentencia previa. El equipo estaba aturdido, sin juego, sin brújula y perdía más por yerros propios que por virtudes del utilitario rival. La única luz de supervivencia que puede darle un soplo de oxígeno a la agonía del ciclo fue la reacción, más anímica que futbolística, del final ante el rojo. Allí Maxi decoró la oscura noche rojinegra con un piadoso 1-2. Pero parece que el salvavidas de ir fecha a fecha renovando el crédito esta vez se pinchó y anoche la continuidad del DT estaba sostenida por alfileres, más allá de sus palabras sobre evaluar el presente y charlar la situación con la dirigencia para definir los pasos a seguir. El callejón parece no tener salida.

La crisis de la gestión Kudelka no es nueva. Lamentablemente para Newell’s y para él mismo la vuelta del parate de la pandemia fue el principio del fin.

Hay que reconocer que Kudelka tuvo un gran inicio de mandato, superando incluso los objetivos propuestos en la primera temporada, con la oxigenación del promedio y la clasificación a la Copa Sudamericana 2021. Pero esos lauros hoy quedaron muy rezagados con las penurias que fue evidenciando su equipo en el pasado reciente.

Es que desde que volvió a rodar la pelota tras el parate Newell’s ingresó en un tobogán y no puede revertir la caída. Ya con la disputa de la Copa Maradona había dejado de ser ese equipo que intentaba y varias veces lograba protagonizar partidos. Es cierto que las lesiones, muchas de ellas severas, complicaron las cosas, pero la realidad es que desde el juego y el funcionamiento todo fue para peor.

Esa Copa Maradona estuvo lejísimo de las expectativas y hasta la lepra jugó en la zona complementación contra los equipos más flojos del país. Y le costó.

Ya en este inicio de la nueva Copa de la Liga Profesional el tobogán de rendimiento intensificó la pendiente y se transformó en una catarata de pálidas. Newell’s fue derrotado por Vélez y Boca, rescató un punto ante Talleres y ayer volvió al casillero de perdedor.

Hay que decir que el primer tiempo de anoche realmente era para ponerle punto final al ciclo porque no había ningún atributo para ratificarle la confianza al DT. Newell’s pareció a la deriva en la cancha y hasta con sus principales referentes sin poder ajustarse a una partitura que los contenga y conforme un equipo serio.

Claro que en el complemento llegó una reacción y hay que resaltar que en cuanto a la entrega, los futbolistas dieron la cara por Kudelka. Nadie se guardó nada y a pura vergüenza fueron al frente con el cuchillo entre los dientes. Así llegó el cabezazo corajudo de Maxi para el descuento y hasta casi el pibe Llano arma el golazo del empate, pero levantó el disparo en las narices del arquero Sosa. Pero la igualdad no llegó y en caso de haberse consumado nada iba a borrar lo decepcionante del primer tiempo.

Anoche la dirigencia analizaba los pasos a seguir y la salida del DT era una alternativa casi unánime. Tampoco se puede convivir con el hecho de ratificar cada semana al entrenador. Es como acostumbrarse a pisar un camino de espinas. Así será muy difícil que Kudelka esté sentado en el banco el próximo sábado ante Defensa. La dirigencia tiene la última palabra, que parece ser la del adiós para el entrenador. Madura el fin de la novela.

Reunión para definir el futuro

Hoy por la mañana la dirigencia leprosa tomará cartas en el asunto y el tema a resolver es la continuidad o no del entrenador Frank Darío Kudelka al frente del primer equipo leproso. Algunos entienden que la situación no da para más y seguir extendiendo la agonía es contraproducente incluso para los jugadores que también son presa del nerviosismo que acarrea este momento. El propio entrenador planteó la necesidad de charlar con la dirigencia y evaluar los pasos a seguir. El malestar anoche también se hizo sentir en el Coloso con las pocas personas habilitadas a ingresar.