También indicó que no tiene rastros físicos de abuso sexual, aunque esperan el resultado de otros estudios. El acusado continuará preso.

Julieta Del Pino, la joven asesinada en Berabevú cuyo cuerpo fue encontrado en la noche del sábado, «murió por estrangulamiento manual», según indicó la fiscal de Melincué Susana Pepino, en base al primer informe de la autopsia que se le practicó a la víctima de femicidio. El acusado de asesinar y enterrar en el patio de su casa a Julieta, Cristian Romero, fue imputado y seguirá preso al dictarse su presión preventiva por el plazo de ley, según dispuso la jueza de la investigación penal preparatoria, Silvina Marinucci, al hacer lugar al pedido de los fiscales de la causa en el marco de una audiencia desarrollada en los Tribunales de Melincué.

Al incriminado, quien se abstuvo de declarar, se le atribuyó el delito de homicidio agravado por el vínculo en contexto de violencia de género. La decisión de la magistrada se fundamentó en haber «evidencias suficientes» para acreditar el delito que se le achaca al imputado.

Así lo manifestaron los representantes del Ministerio Público Fiscal Susana Pepino y Matías Merlo en el marco de una conferencia de prensa que brindaron al culminar la audiencia. Tras agradecer la colaboración recibida para llevar adelante las actuaciones que derivaron en el arresto del sospechoso, Pepino confirmó que Julieta murió a causa de estrangulamiento, según reveló la autopsia realizada en el Instituto Médico Forense de Venado Tuerto. Precisó además que presenta lesiones en su rostro que podrían haber sido provocadas por golpes de puño, al tiempo que aclaró que hasta el momento no fue establecido si la víctima fue violada. «No tiene rastros físicos de abuso sexual», detalló, aunque explicó que se espera el resultado de una serie de estudios realizados para llegar a una conclusión que despeje dudas al respecto.

«Julieta murió por estrangulamiento manual», indicó la fiscal para luego puntualizar que el homicida «cubrió el cuerpo con cal, lo cual no es casualidad ya que Romero era albañil», afirmó. Si bien en principio no hay pruebas de que el imputado haya actuado con ayuda de otras personas, tampoco fue descartado.

Sobre la mecánica del brutal asesinato quedan algunos vacíos que se intentan dilucidar. Lo que se desprende de la investigación es que el femicida, quien continúa alojado en la alcaldía de la cabecera del departamento General López, siguió con su auto a la joven mientras ella regresaba en bicicleta a su casa tras salir de su trabajo el viernes pasado cerca de la medianoche. Lo que aún no queda claro es si la interceptó para luego obligarla a subir a su rodado o tramó otra estrategia para retenerla en otro lugar y matarla.

El acusado intentó ocultar el cuerpo de la víctima arrojándola a un pozo del patio de su vivienda y tapándola con cal, donde horas más tarde fue hallada tras una intensa búsqueda. La coartada del supuesto femicida, del que hasta el momento no fue establecido si estaba o no bajos los efectos de estupefacientes, no fue suficiente para desviar la atención de los investigadores que con la ayuda de canes localizaron el lugar donde la mujer fue enterrada. Si bien la madre de la victima descartó que su hija haya mantenido tiempo atrás una relación sentimental con el presunto asesino, la figura legal que se le atribuye al incriminado indica, en alguna medida, lo contrario.

En tal sentido, los fiscales comentaron que basaron su calificación delictual en el testimonio de dos amigas de Julieta que aseguraron que la joven tuvo algún tipo de relación ocasional que luego se rompió. Y en ese marco el victimario, al parecer, tenia una suerte de obsesión al punto de enviarle mensajes que llevaron a la chica a bloquearlo el celular y las redes sociales. Aunque tampoco está probado, la hipótesis mas fuerte sobre el acto criminal es que se produjo en el interior de la vivienda donde fue encontrada la joven.