La fuga de capitales en la Era Macri alcanzó los U$S 60.000 millones
Durante 2018 acumuló 27.230 millones de dólares y llegó a un nivel récord. Este año se espera que continúe la tendencia creciente.
La fuga de capitales volvió a dar malas noticias en diciembre y rebotó tras un noviembre en el que había caído con fuerza. Si bien siguió en niveles relativamente bajos, en comparación con la dinámica que había tomado durante la crisis cambiaria, se duplicó en un mes estacionalmente complicado y fue de u$s862 millones. Con todo, el año pasado fue récord de fuga y llegó a $27.230 millones, casi la misma cantidad que ingresó de la mano de los desembolsos del FMI. El trienio Cambiemos totalizó u$s59.329 millones. La expectativa es que en 2019, por ser un año electoral bastante cargado de incertidumbres, continúe la aceleración registrada en diciembre.
Hasta la semana pasada, en los pasillos del BCRA el comentario más escuchado entre las máximas autoridades era el orgullo por haber logrado, por la vía de secar los bolsillos de pesos, una desaceleración pronunciada de la Formación de Activos Externos (FAE). Había sido de u$s1.979 millones en un septiembre intenso, de u$s1.163 millones en el primer mes del apretón monetario del programa de emisión cero y cayó a u$s408 millones en noviembre, publicó Bae Negocios.
Diciembre más que duplicó y llegó a u$s862. ¿Se reactiva la fuga? El economista jefe de Management & Fit, Matías Carugati, sostuvo en su cuenta de Twitter: «La FAE se fue achicando con el tiempo y, sobre todo, desde el cambio de política monetaria. La tasa de interés y el ajuste cambiario lograron frenar la dolarización de portafolios. De todos modos, creo que en algún momento va a volver a aumentar debido a las elecciones. Algo ya se vio en diciembre, aunque por otros motivos».
Y luego le explicó a BAE Negocios: «En diciembre se reactivó porque hubo gente que tuvo un poco más de plata en el bolsillo y salió a comprar. Pareciera que ante el sendero de baja de la tasa y el dólar estabilizado salieron a comprar por precaución. En diciembre siempre están el aguinaldo, el bono, los pagos extra y hay más plata dando vueltas y por ende más demanda de dólares. En el 2019 la dinámica se va a mover al compás de las encuestas. Y cuando uno mira los ciclos electorales ve que aumenta la dolarización a lo largo del año. La gente se cubre del riesgo político y no creo que este caso sea la excepción«.
El investigador del CEPA, Hernán Herrera, destacó que el número de fuga 2018, explicación clave de la crisis cambiaria, fue muy parecido al de los desembolsos del FMI: «El Fondo mandó u$s28.264 millones. Sin fuga no tendríamos FMI. Es para pensar».
La altísima tasa de interés tampoco alcanzó para dejar adentro del sistema a los inversores extranjeros, que ya apilaron nueve meses consecutivos de salida de divisas por desarme de sus portafolios. En diciembre su desarme alcanzó un total de u$s650 millones. En suma, por la vía de la inversión financiera se fueron u$s1.512 millones durante diciembre.
A eso se le puede sumar el drenaje creciente que van causando los intereses de la deuda externa: la salida neta por ese lado fue de u$s1.035 millones. Con todo, incluyendo una caída del rojo por turismo y un superávit de bienes, la cuenta corriente cerró con un rojo de u$s126 millones que fue más que compensando por el swap y el desembolso del Fondo Monetario. Así, la cuenta financiera sumó divisas prestadas que salvaron las papas y en total dio un superávit de u$s13.715 millones.