Se realizó éste jueves,  desde las 9:05 hasta las 12:20 la novena audiencia en el debate oral y público que se le sigue a Nahir Galarza (19 años), quien está imputada de homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por relación de pareja no conviviente.

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Declararon cinco personas, aunque los primeros tres testigos no fueron sustanciales y apenas estuvieron un par de minutos frente al Tribunal. Pero los padres de Nahir aportaron lo más esencial para la jornada, junto al informe de la consultora particular de la querella psicóloga Lucrecia Kablan, que derrumbó lo aportado por la defensa en esa materia y valoró el psicodiagnóstico realizado por el perito del Poder Judicial de la provincia. Las audiencias se retomarán el lunes, con los últimos tres testigos y los alegatos de clausura por parte de la Fiscalía y las dos querellas; y el martes que hará lo propio la defensa técnica.Por N. M.
(Desde Gualeguaychú, especial para ANÁLISIS DIGITAL)

El juicio oral y público que se le sigue a Nahir Galarza (19 años), está llegando a su final. Hoy se realizó la anteúltima audiencia de presentación de testigos, que culminarán el lunes con los alegatos de clausura que realizará el Ministerio Público Fiscal y ambas querellas; mientras que el martes hará lo propio la defensa técnica.

La audiencia de hoy comenzó a las 9:05 y finalizó a las 12:20 y declararon cinco testigos.

Los tres primeros no tuvieron mayores aportes sustanciosos, más allá de la estrategia de la defensa. El primero en declarar fue Walter José Giménez, entrenador en el gimnasio donde concurría Nahir Galarza y su madre, Yamina Kroh.

A pedido de la defensa, confirmó que observó una lesión en el cuerpo de Nahir, más precisamente en la pierna izquierda. A esa lesión la describió como un raspón de color rojo y con líneas.

Al Tribunal le contó que le preguntó a Nahir como a su madre cómo se había lesionado, pero ninguna de las dos le pudieron contestar ni le dijeron nada sobre el origen de esas heridas.

El segundo testigo fue Osvaldo Núñez, quien tiene veinte años de antigüedad en la Policía; de los cuales ocho tuvo como destino Gualeguaychú y los últimos doce en Gualeguay; y estuvo en algún momento –por dos años- bajo las órdenes de Marcelo Galarza, padre de la imputada.

Su aporte fue el de confirmar que Marcelo Galarza utilizaba su pistola reglamentaria 9 milímetros con un proyectil en recámara y sin seguro. Eso fue todo.

El tercer testigo fue el profesor de hockey del Club Sudamérica, Mariano Adolfo Bohl; quien confirmó que Nahir practicó esa disciplina durante octubre y noviembre; pero no mucho más.

“¡Perdón hija por no haberte cuidado!”

El testimonio de Yamina Kroh; madre de Nahir, fue muy esperado en la audiencia de hoy.

Si bien el Tribunal le hizo saber su derecho de no declarar, atento el vínculo directo familiar, la mujer pidió declarar igual.

Respecto al día del homicidio, el 29 de diciembre del año pasado, dijo que despertó a su hija para desayunar y ella le contó que la había llamado por teléfono la mamá de Fernando porque había tenido un accidente.

Recordó con angustia que Nahir “no podía hablar y estaba como ida”, y luego llegó la Policía a su casa para notificarla que debía concurrir a Tribunales a pedido del fiscal Sergio Rondoni Caffa.

Su esposo, Marcelo Galarza, estaba en Gualeguay prestando servicio como policía y lo llamó para que viniera de inmediato; mientras ellas se fueron hasta la Fiscalía y luego de que le tomaron declaración, fueron llevadas hasta la Jefatura para tomarle los datos y regresaron a su vivienda.

Recordó que una vez que llegaron a su hogar, Nahir pidió hablar con un abogado, pero que ellos como padres no sabían qué había pasado en concreto, ni tampoco pudieron preguntarle demasiado.

“Ella estuvo todo el día sin decir una palabra. A la noche vino el abogado (por Víctor Rebossio), quien la llevó a su estudio y después nos llamaron para decirnos que Nahir estaba detenida. La habían trasladado al hospital Centenario y me pidieron que le llevara algunas cosas”, relató.

Con respecto al viaje a Brasil que realizaron con Fernando Pastorizzo, la madre de Nahir explicó que en realidad iba a viajar una amiga de su hija; pero a último momento no se pudo acordar. Y fue así que Nahir les dijo un día antes del viaje, si podía llevar un amigo y diez minutos antes de emprender el viaje, conocieron a Fernando.

La señora Kroh le dijo al Tribunal que con su hija nunca habló sobre lo ocurrido en la madrugada del 29 de diciembre de 2017, es decir, del homicidio de Fernando Pastorizzo. “Trato de no hablar del tema. Para qué la voy a torturar”, se justificó.

“¡Perdón hija por no haberte cuidado!”, repitió varias veces, en voz alta y ahogada en llanto.

La querella le hizo observar que tres o cuatro días previos al 29 de diciembre del año pasado, las comunicaciones entre madre e hija fueron muy escasas, una o dos veces por día. Pero, entre las 00:39 y las 1:32 de ese 29 de diciembre, se registraron 24 mensajes y 26 llamados. La madre de Nahir los adjudicó a una situación normal de una mamá preocupada cuando sale una hija.

El padre

Luego de un cuarto intermedio, el debate se reanudó con el testimonio de Marcelo Galarza, el padre de la imputada. Fue el último en declarar hoy.

Relató que se enteró que algo había pasado cuando su esposa lo había llamado a Gualeguay y que regresó de inmediato. Fue a su casa, se cambió y se dirigió hacia la Fiscalía para encontrarse con su familia. Que ahí le dijeron que debía entregar su arma y acompañado por dos policías, regresaron a su casa para hacerlo de manera involuntaria.

Contó que mientras dos policías estaban en la cocina de su casa con los testigos civiles de rigor para un procedimiento de esas características, él se dirigió a su dormitorio a buscar su arma reglamentaria. Dijo que en el dormitorio estaba solo, que sacó el proyectil de la recámara, se lo puso en el bolsillo y luego sacó el cargador. Fue hasta la cocina y recién ahí entregó el arma.

Luego sostuvo que hasta dónde él sabía, su hija no tenía novio. Y sobre Fernando Pastorizzo, dijo que lo conoció diez minutos antes de salir de viaje con destino a Brasil y que no recuerda si alguna vez lo vio en su casa, ya sea antes de esa fecha e incluso después de regresar del Brasil.
El debate se retomará el lunes a las 8:30 y se espera que declaren los últimos testigos propuestos por la defensa técnica. En esa misma jornada se realizarán los alegatos de clausura por parte del Ministerio Público Fiscal y de ambas querellas. Y el martes harán lo propio los abogados de Nahir Galarza. Con ese último acto, el Tribunal tendrá cinco días hábiles para dar a conocer el adelanto de su veredicto.

El caso

La víctima Fernando Pastorizzo (20 años) falleció en la madrugada del 29 de diciembre del año pasado como consecuencia de dos disparos de arma de fuego, producidas por una pistola 9 milímetros que manipuló su pareja hasta ese entonces, Nahir Galarza (19 años): el primer disparo fue por la espalda y el segundo en el pecho cuando Fernando yacía indefenso en el suelo.
Por este hecho, la Fiscalía la acusa de homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por la relación de pareja no conviviente, tal la conclusión a la que abordaron el fiscal Sergio Rondoni Caffa (quien llevó adelante la Investigación Penal Preparatoria) y el fiscal general coordinador Lisandro Béhéran.
Por su parte, hay dos querellas particulares: la de los doctores Sebastián Arrechea y Juan Carlos Peragallo vinculado con los intereses del padre de la víctima, Gustavo Pastorizzo; y la que ejerce el abogado Rubén Virué en representación de los intereses de la madre de Fernando, Silvia Mantegazza. Ambas querellas adhirieron a la postura de la Fiscalía e introdujeron en su alegato de apertura un tercer agravante: la alevosía, esto es, cuando quien agrede lo hace sobre seguro y sin riesgos, mientras la víctima se encuentra en absoluta indefensión e incluso sin posibilidad de ser auxiliado.
A su vez, la defensa particular de la imputada está representada por los abogados Horacio Dargainz y José Ostolaza y su teoría del caso no ignora que Nahir manipuló el arma de fuego, pero argumentan que ambos disparos fueron productos de un accionar involuntario. Y encuadraron la situación en un contexto de violencia de género, en los términos de la Ley N° 26.485, especialmente en los Artículos 4° y 5°.

Análisis Digital
Fotografías Ricardo Santellán.