00:00 hs – Sábado 01 de Junio de 2019

El lema es conciso: «Alessandra Rampolla, la persona que más sabe de sexo junto a Estelita: la que más lo ha practicado». La sexóloga más famosa de Latinoamérica y el actor porteño Jey Mammon, en su alter ego de la diva trash Estelita se únen para crear un espectáculo que indaga en el sexo a través del humor. «Alessandra y Estelita» suben a escena hoy, a las 21, en el teatro Mateo Booz (San Lorenzo 2243) después de haber realizado varias funciones en Capital Federal y Córdoba.

La sexóloga y conductora televisiva puertorriqueña alcanzó la fama con su ciclo «Confidencias» e «Intimamente Alessandra» de Cosmopolitan TV y escribió los libros «¡¿Y ahora qué hago?», «La diosa erótica» y «Alessandra te lo cuenta todo».

Juan Martín Rago, más conocido como Jey Mammón es músico, comediante y actor argentino. Formó parte de «La pelu» por Telefe y cautivó al público con su unipersonal «¿Dónde está Jey Mammón?».

Antes del gran estreno en Rosario, ambos dialogaron en exclusiva con Escenario sobre la muerte de la vergüenza, el tema más tabú para los argentinos en materia sexual y la importancia de discutir la monogamia y el poliamor.

—¿Cómo surgió la idea de hacer este espectáculo juntas?

Alessandra Rampolla: Jey y yo nos conocimos hace algunos años en su show de Estelita, donde me entrevistó. Ahí mismo pegamos mucha buena onda y quedamos como amigas. Luego trabajamos juntos en en Colombia para Fox, en el programa «Escuela para suegras» junto a Santiago del Moro. El año pasado, cuando vine a Buenos Aires, cenamos para ponernos al día y la pasamos tan divino que alguien dijo «qué divertido, habría que hacer algo juntos».

Jey Mammon: cuando cenamos esa vez, subimos una foto más de uno me dijo que hagamos algo juntos. Es que la postal invita a que suceda algo. Todo lo que Alessandra sabe de sexo más la desfachatez de Estelita que haga que vaya por todo, sin límites… Empezamos a armar el show con Estelita arriba del escenario y yo escribiendo abajo. Estelita le dice a Alessandra que cuando habla de sexo, parece que habla de Peppa Pig porque como lo dice.

—¿Qué formato tiene el espectáculo «Alessandra y Estelita»?

A.R: En teatro sólo había hecho conferencias, pero nunca había actuado. Y me animé porque Jey es una persona talentosa y me encanta su personaje de Estelita y la impunidad que tiene para decir tantas cosas. Y decir cosas incómodas desde la risa. Me pareció una manera novedosa. Yo respondo cosas en serio por más que me ría. Es un espectáculo de comedia donde nos reímos y aprendemos cosas. Es una buena oportunidad de llegar a otro público que no se animaría a ir a una conferencia sobre sexo. El público puede preguntar lo que quiera. Según mi experiencia, si de algo no pecan los rosarinos es de tímidos. Me imagino un festival de risas y buena onda.

J.M: A través del personaje de Estelita, la gente se libera mucho y se anima a preguntarle cosas a Alessandra. Defino el show como una performance. Estelita y Alessandra cantan. Alessandra habla de los sueños de la niñez y terminan hablando de sexo, como en aquella primera entrevista donde se conocieron. Estamos felices con lo bien que nos está yendo.

—¿Los argentinos somos abiertos para hablar de sexo o aún tenemos que derribar barreras?

A.R: en Argentina se genera mucho debate y mientras haya diálogo, hay movimiento de ideas. El tema del tabú sexual está muy arraigado en nuestra cultura y si bien la gente tiene el cerebro abierto para ciertos temas, hay una parte que sigue reaccionando. Por eso es muy importante que normalicemos lo normal, nuestra experiencia humana como seres sexuales. Todavía no integramos al sexo. El sexo es una experiencia que se vive desde un lugar muy íntimo, pero esa intimidad tiene niveles de inclusión con tu pareja. Con una amiga podes compartir determinados niveles de intimidad en una conversación. Cada uno elige hasta qué punto, en qué momento y con qué persona compartir sus cosas. Pero sí pienso que hay una cuestión muy sanadora en la sensación de universalidad cuando se hablan ciertos temas y se piensa «Uy, no soy la única persona en el mundo que pensó eso». Y hablar de sexo siempre ayuda a la integración.

J.M: Estelita es versátil, como las divas, habla de todo. Depende de lugar donde vayamos, la sociedad cambia, no es lo mismo Capital Federal que Córdoba o Rosario. De hecho, se está pidiendo educación sexual en las escuelas porque no estamos acostumbrados a hablar de sexo, nos da pudor. Estelita es un personaje gracioso, pero a veces no está haciendo nada gracioso y la gente se ríe igual, porque el hablar de sexo incomoda, y desde la incomodidad te reís. No hay una función igual a la anterior, a veces vienen parejas, o mujeres solas. El otro día había cuatro mujeres solas sentadas una al lado de la otra y Estelita las juntó para que armen una fiesta. Hay parejas que no se animan a hablar de ciertos temas, y el show, sirve para que cuando vuelvan a casa puedan hablar más libremente. Porque hay gente que quiere practicar ciertas cosas con su pareja y no tiene la confianza para decírselo.

—¿Cuál es el tema más tabú para la sociedad?

A.R: Incomoda mucho la alternativa del poliamor. El salirse del contexto tradicional de la monogamia, si bien genera mucha curiosidad, sobre todo desde el año pasado porque es tema de moda. Que algo atente contra la monogamia incomoda. También incomoda mucho todo lo relacionado al sexo anal. Hay mucho prurito, mucho tabú, morbo, curiosidad y excitación. Así que despierta muchas reacciones.

J.M: hablar de lo que somos abajo de la ropa da pudor. ¡Pero cuesta menos con esta dupla explosiva!

EM_DASH¿Estamos yendo hacia el poliamor?

A.R: No creo que estemos yendo en camino a. Sí creo que hay un movimiento del feminismo y la equidad, y este nuevo cambio de roles lleva a cuestionarse muchas cosas. Y el tema de la monogamia es muy interesante. Socialmente, venimos hablando de que están cambiando dramáticamente muchas cosas de nuestro existir pero nadie se mete con la monogamia. La monogamia es una construcción humana, social, cultura. No es instinto del ser humano ser monógamo. Ser monógamo es una decisión consciente que muchas veces va en contra de los deseos individuales. No digo que la gente no pueda ser monógama, de hecho, la mayoría de los seres humanos quieren eso y hacen un juicio muy negativo sobre quienes no son así. Y como adultos, uno puede elegir cómo vivir. Y no ser monógamo es una opción más. Creo que esa discusión está muy cerca.

JM: la monogamia es obsoleta en la mayoría de las parejas. Entre que haya cuernos y que no haya comunicación sincera en una pareja. Es mejor poner las reglas claras. Más que hablar de poliamor habría que hablar de polisexo, porque para que haya poliamor tiene que haber un compromiso afectivo con todas las personas con las que estás. Distinto es cuando una pareja dice «tengo un permitido». Es sólo sexo. Después, una relación, se construye desde otro lugar