La ONU alertó sobre los daños de la extracción de arena sin control: los riesgos para la Argentina
Es un recurso que se saca indiscriminadamente y que afecta ecosistemas y poblaciones. Entre Ríos, la Costa Atlántica y Río Negro son los lugares más afectados en el país.
Un informe de Naciones Unidas (ONU) alertó de que la extracción de arena sin “vigilancia adecuada” de los ecosistemas en los que tiene un papel activo puede provocar erosión costera y deterioro de la biodiversidad, entre otros daños.
A pesar de que la arena es un recurso clave para enfrentar la crisis cada vez más grave del cambio climático y la contaminación, este material está siendo utilizado más rápidamente de lo que puede ser repuesto en forma natural. Así lo advirtió el organismo con sede en Nueva York en su reciente reporte titulado “Arena y sostenibilidad: 10 recomendaciones estratégicas para evitar una crisis”.
En este sentido, unas 50.000 millones de toneladas de arena son extraídas cada año en todo el mundo sin que haya un control adecuado del impacto de esta acción en la naturaleza, de acuerdo al estudio realizado por el programa dela ONU para el Medio Ambiente (Pnuma).
Una porción de toda esta arena se extrae en la Argentina, y tres de los lugares más elegidos por los barcos y máquinas que realizan esta tarea son Entre Ríos, la Costa Atlántica (donde preocupa cada vez más la erosión en las playas), y Río Negro.
Valeria Enderle, directora ejecutiva de la Fundación Cauce Cultura Ambiental, le dijo a TN que “en 2016 en Entre Ríos comenzó un ‘boom’ de extracción de arena silícea para usar en el proceso de fracking para extraer hidrocarburos de Vaca Muerta, donde se necesitan entre 6 y 10 toneladas de arena por pozo. Y en 2019 se extrajeron casi 4 millones de toneladas de los ríos y canteras de la provincia”.
Enderle señaló que “la extracción de arena de ríos y canteras tiene un fuerte daño en la salud y la biodiversidad. Por un lado, la volatilidad de la arena que ingresa en los pulmones puede provocar una enfermedad llamada silicosis, que también pueden sufrir las aves. Además, en los lugares de extracción se genera un hábitat diferente que obliga a la fauna autóctona a abandonar la zona. Por eso el Estado debe controlar cuando se cierra una cantera, para regenerar el suelo con el objetivo de que los animales vuelvan allí”.
Según Enderle, los problemas en Entre Ríos empezaron luego de que se dejó de importar arena del sudeste asiático por los altos costos. Tras esto se inició la extracción en la localidad chubutense de Dolavon, pero los altos precios que también se pagaban ahí determinó que los trabajos se mudaran a Entre Ríos, donde actualmente se realizan tareas en 10 canteras.
Sin embargo, durante los últimos años otra provincia argentina comenzó a sufrir los efectos de la extracción de arena. “Hace uno o dos años se empezaron a explorar canteras también en Río Negro, y entre 2019 y 2021 hubo unos 450 pedidos de permisos oficiales para la extracción en más de 20.000 hectáreas de la provincia”, detalló la ambientalista.
Si bien Enderle considera que es bastante difícil revertir la situación actual por el contexto mundial del avance del fracking de hidrocarburos que utiliza enormes cantidades de arena, al mismo tiempo cree que se pueden tomar algunas medidas para mitigar el impacto.
“Hay que hacer un control y monitoreo de la calidad del aire y del agua de los lugares donde se extrae arena. Y también es muy importante que los habitantes de esas zonas estén al tanto de los riesgos que se corre por la extracción de arena, y que sabiendo eso decidan si quieren tener degradado o no al ecosistema de su territorio”.
La extracción descontrolada de arena también pone en riesgo a la Costa Atlántica
La extracción de millones de toneladas de arena utilizadas para la construcción también está provocando un fuerte impacto negativo en algunas ciudades de la Costa Atlántica.
Uno de estos ejemplos es el de las viviendas construidas a escasos metros del mar, que a causa de la erosión costera terminan siendo “devoradas” por el avance del agua.
El 27 de julio de 2021, una sudestada en Mar del Tuyú terminó por desplomar sobre la playa una casa de dos pisos cuyos cimientos se habían debilitado, entre otras causas, por la extracción y el robo de arena para la construcción.
La erosión costera por la extracción descontrolada de arena no solo reduce el ancho de las playas, sino que también pone en riesgo la infraestructura de sus márgenes.
Extracción de arena sin control: el diagnóstico de la ONU y las posibles soluciones
Pascal Peduzzi, coordinador general del informe de la ONU, sostuvo que “nuestros recursos de arena no son infinitos y tenemos que utilizarlos de forma inteligente. Si conseguimos controlar la forma de gestionar el material sólido más extraído del mundo, podremos evitar una crisis y avanzar hacia una economía circular”.
A su vez, la directora de la División de Economía del Pnuma, Sheila Aggarwal-Khan, afirmó: “Hasta ahora es posible que hayamos considerado a la arena como un material común, pero es hora de reevaluar y reconocer la arena como un material estratégico”.
Asimismo, advirtió que con un aumento del 68% de la población urbana mundial proyectado para 2050, la demanda de arena para construcciones se incrementará de forma drástica.
Por todos estos motivos, el Pnuma propuso elaborar una norma internacional para separar este recurso de los mares y prohibir su extracción de las playas. Además sugirió que los gobiernos, las industrias y los consumidores fijen un precio para la arena que reconozca “su verdadero valor social y medioambiental”.