La prensa brasileña destaca a Gremio y elogia a Luan y al técnico Renato Gaúcho
«El tricolor de Porto Alegre es tricampeón», fue la frase elegida por la mayoria de los medios brasileños al reflejar la conquista de la Copa Libertadores de América por parte de Gremio, que anoche venció a Lanús de la Argentina.
Zero Hora, también apuntó sobre un pedido hecho el año pasado por Renato Gaúcho, de colocar una estatua en su homenaje en caso de vencer la Copa Libertadores, sobre todo el, que hizo los goles contra el Hamburgo en 1983 para lograr la Copa Intercontintenal.
El diario deportivo Lance!, tituló «El Tricolor es Tricampeón», haciendo un juego de palabras con el apodo del club con los colores blanco, negro y azul y la conquista que iguala al Santos y al Sao Paulo con tres Libertadores.
Globoesporte, por su parte, exaltó el buen juego demostrado en el primer tiempo de la segunda final ante Lanús y destacó la definición del mejor jugador del torneo, Luan, en el segundo gol, aumentando así sus chances para jugar en Rusia con la selección brasileña.
Folha de Sao Paulo, el diario más vendido del país, destacó que «Gremio se libra del trauma argentino para ganar la Libertadores», en referencia en que nunca había vencido a equipos de Argentina en finales, ya que cayó frente a Independiente en 1984 y y ante Boca Juniors en 2007.
Un comentarista de Folha de Sao Paulo pidió que el estadio Arena Gremio debería llamarse «Renato Portaluppi».
Uno de los comentaristas más respetados de Brasil, el periodista Juca Kfouri, escribió en el portal UOL y en su columna de radio CBN que Gremio es el mejor equipo de Brasil en 2017.
Evocó el golazo de Luan al afirmar que esquivó a tres jugadores de Lanús «como si estuviera en un parque de diversiones paseando y luego definió ante el arquero argentino como si estuviera tomando helado».
O Estado de Sao Paulo, por su parte, publica una foto de Renato Gaúcho en andas de su sjugadores en el estadio La Fortaleza y su principal columnista, Antero Greco, escribió que el equipo de Porto Alegre «dio una clase, una final de Libertadores de manual de cómo consagrarse campeón en la casa del adversario».
«Los argentinos se encontraron con una final mucho más difícil de la que se imaginaban», escribió el columnista de «Estadao», que destacó que Gremio y Lanús intentaron vencer sin entrar en situaciones de violencia. «Fue un partido de fútbol y no una guerra. Los dos equipos salieron a jugar y cuando eso ocurre los brasileños acostumbran a salir exitosos»., completó Antero Greco.