Las 10 costumbres que más irritan en las parejas argentinas
La ropa que queda colgando en el baño, la poca colaboración con las tareas del hogar y la falta de planificación de salidas en pareja, integran el «top ten» de costumbres de la vida cotidiana que generan más conflicto.
Un reciente informe de la Universidad Abierta Interamericana sobre 400 parejas casados o que conviven, ordenó por dificultad las 10 cuestiones que más molestan del otro en el día a día.
En uno de los puntos de la encuesta se pedía que las personas calificaran las dificultades de convivencia del 1 al 5, siendo 1 muy fácil y 5 muy difícil, y la mayoría (el 37%) eligió el 3.
El médico psicoanalista Eduardo Drucaroff, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) admitió que muchos de estos temas surgen en terapia, y que cada vez son más jóvenes los que aparecen pidiendo ayuda por problemas de la convivencia.
«Hay más consultas sobre cómo mantener la convivencia por la buena senda; algunos trabajan de manera individual y otros de a dos. Sobresale la búsqueda de conciliación entre ceder algo por el otro y, al mismo tiempo, defender su propia identidad», señaló al diario Perfil.
Según la encuesta, a ellas no les gusta: que no colaboren en la casa (44,7%); cuando dejan la ropa sucia tirada (40,3%); que no planifiquen salidas en pareja (38,3%); que dejen lo toallones mojados sobre la cama (30,2%); que fumen (25,4%).
También, aunque con menos rechazo, las mujeres se enojan cuando invitan gente sin avisar (24,7%); los celos (19,3%); que cuelguen ropa en las canillas del baño (17,6%); las visitas a familiares (13,6%) y que hable por teléfono (12,9%).
Del otro lado, las quejas se alteran un poco: que cuelguen ropa en las canillas del baño (48,6%) encabeza el ranking; que dejen la ropa sucia tirada (36,2%); que fume (28,6%); que deje los toallones mojadas sobre la cama (26,7%) y que inviten gente sin consultar (23,8%).
Además, a ellos no les gusta que: no colaboren con las tareas de la casa (20%); que no planifiquen salidas en pareja (18,1%); las visitas a familiares (18,1%); que hable por teléfono (16,2%) y que sea celosa (10,3%).
Aunque todas estas cuestiones son temas menores, en algunos casos pueden generar discusiones serias. Ese es el caso de Ericka (23), quien después de dos años de noviazgo comenzó a construir su casa y compró un auto junto con su novio Fernando (26). Pero como durante la convivencia las peleas se hacían más frecuentes decidieron empezar con terapia de pareja.
«El principal motivo de nuestras peleas fueron las diferencias y no estar dispuesto a ceder, porque a veces hay que hacerlo aún teniendo la razón. Nos sirvió para sentarnos a hablar, algo tan simple, pero que a veces es complicado hacer», explicó Ericka al semanario.
Con distintos ejercicios ellos lograron armar listas de las cosas que no les gustan del otro, de las actitudes que complican la relación y pusieron nuevas «reglas» para llevarse mejor. «Cuando salíamos nos sorprendía la cantidad de cosas que no sabíamos del otro. Ahora la cantidad de peleas disminuyó, pero estarán siempre. Lo bueno es que ahora sabemos un poco mejor cómo manejarlas», concluyó.
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