La Selección trabaja a contrarreloj. Lionel Scaloni comienza a delinear los últimos detalles para la Copa América. El sábado de la semana que viene la Argentina chocará con Colombia, uno de los rivales más duros del continente. No puede especular: el conjunto nacional, si quiere llegar lejos, tendrá que empezar el certamen en un buen nivel.
El partido amistoso ante Nicaragua, en San Juan, dejó buenas sensaciones, más allá de que le ganó a un rival menor. Sobre todo porque apareció una sociedad que hacía tiempo que se esperaba: las conexiones entre Lionel Messi y Giovani Lo Celso desataron el entusiasmo de los hinchas y, sobre todo, del cuerpo técnico.
Fueron apenas 45 minutos, pero el jugador del Betis logró acoplarse a los extraordinarios movimientos del crack del Barcelona y fueron la chispa que encendió el funcionamiento de la Argentina. Messi jugó solo el primer tiempo, ya que luego salió para evitar cualquier tipo de desgaste innecesario, pero fue suficiente para dejar en claro que con Lo Celso se entiende a la perfección.
Lo Celso fue convocado para el último Mundial, pero no jugó ni siquiera un minuto. Jorge Sampaoli lo llevó a Rusia como una de sus cartas principales y soñaba con lograr que se conectara con Leo sobre el campo de juego, pero, por alguna razón, no le dio la posibilidad.
La dupla que todos esperaban finalmente empezó a funcionar en serio en San Juan, con Scaloni como entrenador y a una semana de la Copa América, cuando parecía que ya no había tiempo para más pruebas. Si quedaban algunas dudas sobre si Lo Celso tenía que ser titular, las conexiones con Messi en el amistoso terminaron de inclinar la balanza y le garantizan la titularidad. El exjugador de Rosario Central va a acompañar a Messi ante Colombia, cuando comience la competencia oficial.