Los chicos de Entre Ríos obtuvieron resultados más bajos al promedio nacional en las pruebas
Los chicos de Entre Ríos obtuvieron resultados más bajos al promedio nacional en las pruebas Aprender.
El 72,1 por ciento de los estudiantes entrerrianos de 6° grado alcanzaron niveles de desempeño Satisfactorio o Avanzado en Lengua –a nivel nacional fue el 75,3 por ciento, mientras que un ocho por ciento quedó debajo del nivel básico. En Matemática, solo el 54,3 por ciento –un 57,4 por ciento en el país– lograron niveles de desempeño Satisfactorio o Avanzado, y un 20,9 por ciento de los estudiantes estuvo debajo del nivel básico, de acuerdo con los resultados arrojados por el operativo Aprender 2018. En Lengua, los chicos entrerrianos con buenos desempeños crecieron del 63,5 al 75,3 por ciento en dos años. En Matemática bajó del 55,2 en 2016, al 54,3 por ciento en 2018. Los principales datos del relevamiento fueron presentados el jueves por el Presidente de la Nación, Mauricio Macri, y el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro. El relevamiento incluyó a 574.000 estudiantes de 6° año de Primaria, de 19.600 escuelas. En Entre Ríos abarcó a más de 22.000 alumnos, pertenecientes a unas 1.055 instituciones privadas, estatales y de gestión estatal y privada.
No pudo alcanzar siquiera el nivel básico el ocho por ciento de los chicos entrerrianos (en el país fue del 7,1 por ciento) en Lengua, mientras que en Matemática el 20,9 por ciento (equivale a decir dos de cada 10 chicos) no lograron el nivel mínimo de conocimientos, mientras en el país fue del 19,6 por ciento.
Los principales datos del relevamiento fueron presentados el jueves por el Presidente de la Nación, Mauricio Macri, y el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro. El relevamiento incluyó a 574.000 estudiantes de 6° año de Primaria, de 19.600 escuelas. En Entre Ríos abarcó a más de 22.000 alumnos, pertenecientes a unas 1.055 instituciones privadas, estatales y de gestión estatal y privada.
El dato positivo, como sucedió a nivel nacional, es que los alumnos mejoraron su desempeño en Lengua con respecto a dos años atrás, mientras que en Matemática no se observó una tendencia contraria: los resultados fueron peores que en 2016, cuando se realizó el primer operativo de evaluación educativa denominado Aprender.
El informe que difundió Uno, y que ya está en poder de las autoridades educativas de la Provincia, reflejó que el porcentaje de estudiantes en el nivel de desempeño Satisfactorio y Avanzado en Aprender 2018 fue mayor respecto de Aprender 2016, creció más de 12 puntos, ya que había sido del 63,5 por ciento del total relevado. En Matemática, cayó un punto: mientras en 2018 logró un buen desempeño el 54,3 por ciento de los chicos de 6° grado; en 2016 había sido el 55,2 por ciento.
La comparación se establece entre 2016 y 2018, ya que en 2017 no fueron evaluadas esas disciplinas, sino los conocimientos en Ciencias Naturales y Sociales.
En relación al rendimiento de las escuelas, el informe mostró que el 28 por ciento de las escuelas entrerrianas relevados estuvo por encima de la media nacional en ambas disciplinas; en 2016 había sido el 25 por ciento.
Otros datos
El documento de 83 páginas mostró las desigualdades educativas que persisten en el sistema. Así, reflejó por ejemplo que en Lengua un 58,3 por ciento de los estudiantes de hogares de nivel socioeconómico (NSE) Bajo alcanzó niveles de desempeño Satisfactorio/Avanzado, mientras que un 13,7 por ciento se ubicó Por debajo del nivel básico.
En el caso de los estudiantes pertenecientes a hogares de NSE Medio, un 73,1 por ciento se ubica en los niveles de desempeño Satisfactorio/Avanzado, y un 7,3 por ciento por debajo del nivel básico. Por último, de la totalidad de estudiantes cuyos hogares pertenecen al NSE Alto, un 87,9 por ciento se ubica en los niveles Satisfactorio/Avanzado y un 3,3 por ciento por debajo del nivel básico.
En Matemática, la brecha se muestra de igual modo, aunque con índices de buenos desempeños en la disciplina, más bajos en todos los niveles socio-económicos.
El estudio indagó sobre el desempeño de los estudiantes, según el nivel económico del hogar, hizo foco según la ubicación de las escuelas –que evidencia el panorama desigual–, y también sobre las diferencias entre el sector público y el privado.
En Lengua, el más alto desempeño en el sector público fue alcanzado por el 24,4 por ciento, mientras que en el sector privado el 47,9 por ciento. En el escalón más bajo, los que no alcanzaron los niveles de desempeño mínimos fueron un 9,7 por ciento de los alumnos en escuelas de gestión estatal, en tanto que fue del 3,3 por ciento en las instituciones privadas.
Finalmente, la división por sexo mostró que la consideración sobre que los hombres se destacan por encima de las mujeres en Matemáticas ya no está más vigente: por debajo del nivel básico hubo un 20,9 por ciento de varones, y un 20,4 por ciento de las mujeres. Y en los mejores desempeños, la diferencia fue irrelevante: un 55,7 por ciento en varones, y un 53,8 por ciento en mujeres.
En Lengua tuvieron mejores desempeños las mujeres: un 33,5 por ciento un nivel Avanzado, contra un 28,1 por ciento de los hombres.
Se indagó también sobre contenidos previstos de Educación Sexual Integral (ESI). Un 97,9 por ciento de los directivos manifestó que en su escuela se dictaron contenidos de ESI. El contenido trabajado y mencionado en mayor proporción por los estudiantes fue el cuidado del cuerpo y la salud (87 por ciento); siguieron la importancia del buen trato en la escuela (81 por ciento); los derechos de niñas y niños adolescentes (77 por ciento); el embarazo (48 por ciento); métodos de prevención del embarazo y enfermedades de transmisión sexual (44 por ciento); y cómo evitar el abuso sexual (37 por ciento).
Por su parte, los docentes, mencionaron como los contenidos más tratados el cuerpo humano como totalidad con necesidades de afecto, cuidado y valoración (83 por ciento); los procesos de crecimiento, desarrollo y maduración (74 por ciento); la superación de los prejuicios y las actitudes discriminatorias (72 por ciento); el embarazo: aspectos biológicos, sociales, afectivos y psicológicos (28 por ciento); métodos anticonceptivos (24 por ciento); y nuevas formas de masculinidad y feminidad en el marco de la equidad de género (23 por ciento).