Manifestantes pidieron explicaciones por la desaparición de perros comunitarios
Más de un centenar de victorienses convocó a través de la red social Facebook a una manifestación pacífica que se concretó anoche (viernes 28) en la explanada del edificio municipal, oportunidad donde se vio implicada la esposa del Intendente, Andrea Poncio, quien por más de una hora y media no pudo abandonar el lugar.
Para lograr que sus familiares (entre ellos niños y una persona de edad avanzada) pudieran marcharse, Poncio tuvo que acceder a gestionar una reunión con su esposo Rubén Darío Garcilazo, donde los manifestantes le pudieran plantear formalmente sobre la desaparición de perros comunitarios (callejeros) que solían ubicarse en plaza San Martín y los alrededores de radio céntrico.
En el repetido gesto de marcar números en el celular, Poncio no encontró asidero en los funcionarios cuya presencia en el lugar era más solicitada, léase Fabián Daydé y Daniel Mansilla.
La policía controlaba algún posible desmán -aunque entre los manifestantes se destacaba el número de mujeres y varios niños- y personal de tránsito habían cortado el acceso a calle Ezpeleta. Sobre la calle, cerca de cien personas levantaban pancartas que se mezclaban con el azul de las remeras del grupo Amigas de la Perrera.
¿Por qué se llegó a esto?
Para tratar de entender la preocupación de los manifestantes hay que remontarse al 1º de noviembre cuando comenzaron a circular imágenes en las redes sociales de cómo el personal municipal levantaba de la calle a algunos perros, y precisamente las Amigas de la Perrera colgaron en su sitio de Facebook varias de ellas, logrando más de 50 mil visitas.
Según plantearon los presentes “los perros comunitarios siguieron desapareciendo y las explicaciones de que los llevaron a la perrera son falsas. Queremos hablar con Mansilla o Daydé, y que nos digan qué hicieron con esos perros que nosotros cuidábamos”.
Otro de los manifestantes dijo a nuestro cronista que “nos han dicho que no vayamos a la perrera, porque no nos van a dejar entrar. Que van a cercar el predio, entre otras amenazas”.
Tras dos largas horas, Poncio acordó con una de las voceras que el lunes su esposo recibiría a un grupo reducido para escuchar su reclamo, hecho que fue comunicado al resto del grupo. A esa hora arribaba al lugar el concejal Gustavo Jaime, quien asumió el protagonismo de la situación, señalando que haría todo lo posible para confirmar en el día de hoy (sábado) un horario determinado en el que Garcilazo recibiera al grupo y sus demandas.
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