Diego tuvo su homenaje antes del partido con el Rojo, lo ovacionaron y él respondió: «El Bocha es el más grande del mundo».

Diego Armando Maradona, entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata, tuvo un emotivo reconocimiento en el estadio Libertadores de América antes del partido que su equipo jugó con Independiente por la 21ª fecha de la Superliga.

En esa cancha donde tantas veces jugó para Argentinos y Boca, donde debutó oficialmente en Newell’s. Y donde tantas veces estuvo en la tribuna, de chico, cuando el Rojo paseaba su fútbol por el torneo local y en especial por Sudamérica, ganando todo lo que le ponían enfrente.

Diego nunca ocultó su cariño por el conjunto de Avellaneda. Siempre resalta que uno de sus ídolos es Ricardo Bochini, por quien guarda un especial cariño y admiración. Aunque se confiese hincha de Boca, Independiente tiene un lugar en el corazón de Maradona. Incluso hay pruebas que avalan estos dichos y así se lo hicieron saber los hinchas que llegaron temprano al Libertadores de América, donde el local recibió a Gimnasia.

Antes de empezar el juego, Diego fue homenajeado por la dirigencia roja. Recibió una plaqueta, una camiseta con la 10 y su nombre, dos cuadros y un sillón ploteado al lado del banco de suplentes. Siempre custodiado por el Bocha, Daniel Bertoni, Miguel Ángel Santoro, Ricardo Pavoni y el presidente, Hugo Moyano.

«Este es un reconocimiento de todo Independiente al hombre más grande del fútbol argentino. Tenemos el orgullo de tenerlo en nuestra casa», le dijo Moyano a Maradona, que le contestó: «Es un honor estar en esta casa. Alguna vez dije que era hincha de Independiente para conocer a Bochini, me parecía que era mágico lo que hacía».

Al ingresar a la cancha estaban los 18 títulos internacionales conquistados por Independiente, además de la Copa del Mundo que ganaron tanto Diego como el Bocha en 1986. Los hinchas ovacionaron a Maradona cuando contó que iba a la popular a ver a grandes jugadores de la historia del equipo. Y Diego incluso ovacionó a Bochini. Además, Bertoni le regaló la copa del mundo.