El gobernador Rogelio Frigerio reunió este martes a más de 70 intendentes en Paraná para analizar la asfixia económica que golpea a las comunas por el desplome de la coparticipación y la caída de la recaudación. Pero lejos de calmar ánimos, muchos jefes comunales salieron más preocupados que antes.

El encuentro estuvo marcado por la bronca contra el “decretazo” nacional que prohíbe incluir tasas municipales en las boletas de servicios, una medida que –advirtieron– vacía las arcas locales y deja a los vecinos sin alumbrado ni obras. “Quieren hacernos pagar la luz y fundirnos. Es un hostigamiento”, disparó Damián Arévalo, intendente de Feliciano.

Los intendentes reclamaron que no pueden absorber más gastos: ya costean hospitales, patrulleros y comedores, mientras la plata alcanza cada vez menos. La provincia, que también arrastra deudas en dólares, no dará mejoras presupuestarias este año y admitió que peligra el pago de sueldos si la recaudación sigue en picada.

Aunque Frigerio prometió defender a Entre Ríos del ajuste nacional y varios valoraron su apertura al diálogo, quedó flotando la desconfianza: “Si al mismo tiempo negocia con La Libertad Avanza, no sabemos hasta dónde llegará su preocupación real”, advirtió un jefe comunal. Mientras tanto, en los municipios reina la angustia: “Estamos al límite y encima nos tiran el peso del ajuste encima”, resumió otro intendente con crudeza.