Nueve de cada diez personas con psoriasis mejoran en el verano, según médicos del Argerich
El sol suele convertirse en un aliado para las personas que padecen la enfermedad en esta época del año, ya que «nueve de cada diez nota mejoría» en sus lesiones cutáneas tras una «exposición solar regular y evitando quemaduras».
El sol suele convertirse en un aliado para las personas con psoriasis en verano, ya que «nueve de cada diez nota mejoría» en sus lesiones cutáneas tras una «exposición solar regular y evitando quemaduras», afirmaron hoy dermatólogos del hospital Argerich.
«La luz ultravioleta (UV) del sol es beneficiosa para las lesiones psoriásicas de la piel, ya que la radiación UV actúa sobre las células de la epidermis y produce un efecto inmunomodulador que disminuye la inflamación y la proliferación de los queratinocitos (grosor y descamación) de las placas de psoriasis», explicó la dermatóloga Alejandra Abeldaño a Télam.
Abeldaño, especialista en Dermatología Oncológica y jefa de la Unidad de Dermatología del Hospital General de Agudos Cosme Argerich, detalló que en el campo de la medicina la radiación UV surge de lámparas o rayos especiales, que se usan para tratar la psoriasis y otras afecciones de la piel como vitiligo, dermatitis atópica, linfomas o esclerodermia.
La psoriasis es una enfermedad crónica, inflamatoria, que se manifiesta por la combinación de factores genéticos, inmunológicos y ambientales.
Las lesiones, que aparecen en forma de costras y están presentes todo el año, suelen afectar el cuero cabelludo, torso, rodillas, codos, palmas y plantas.
Se calcula que entre el 2 y el 3% de la población argentina padece psoriasis, que no distingue género ni edad.
“Si bien algunos pacientes, por indicación especial del dermatólogo, podrán exponer las lesiones sin protector para una mejor absorción de los rayos UV, una exposición solar inadecuada puede producir el efecto contrario al deseado y empeorarlas», advirtió la especialista.
Por eso es «fundamental» utilizar protección con factor 30 o más, renovarlo cada dos horas o al salir del agua, no permanecer bajo el sol más de una hora y humectar la piel con cremas o emulsiones.
«Aún con una piel sana, debe evitarse la franja horaria peligrosa, que es entre las 11 y las 16», remarcó Abeldaño.