Paolo Guerrero parece ser la gran debilidad de Boca para 2020. De todo Boca. Porque el delantero peruano de 35 años está en los planes de los dos sectores políticos con más chances de ganar las elecciones del próximo 8 de diciembre: lo quiere el oficialismo y también el sector opositor formado por Ameal, Pergolini y Riquelme.
El goleador del Inter de Porto Alegre ya mantuvo charlas con los dos sectores y estaría dispuesto a jugar en Boca a partir de enero próximo, aunque la salida de su actual club no será sencilla porque tiene contrato hasta junio de 2022 y lo quieren tener.
Guerrero es el goleador del Inter en la temporada con 17 goles en 37 partidos pero hay un detalle que podría inclinar su decisión a jugar en Boca: por ahora Inter no se clasifica a la Copa Libertadores 2020.
De acuerdo a lo que informa hoy Globo Esporte, la dirigencia del Inter «observa de lejos la negociación entre Guerrero y Boca», pero asegura que el club «ya trabaja para asegurar la continuidad del goleador en 2020».
Boca debería negociar la compra del pase de Guerrero con el Inter o esperar que el delantero negocie una rescisión de contrato y en todo caso pagar un resarcimiento económico al club brasileño.
Por ahora, la llegada del delantero estrella del seleccionado peruano está un poco verde, aunque todos en Boca apuntan a traerlo para darle un gran salto de calidad al equipo.