Pequeñas cosas, gran detalle
Victoria era conocida como la ciudad de las rejas y edificios antiguos, con el correr de los años, si no tienen mantenimiento sufren el deterioro que implica la ruina de hermosos y antiguos edificios. Estamos hablando de los vitrales de uno de los edificios más antiguos de la ciudad , emplazado aproximadamente en el año 1883 ,y en la última tormenta del 2013, sufrio deterioros al igual que varios edificios y casas.Perdidas que lamentablemente no se pueden recuperar, solo queda la desagradable imagen de los vidrios o cristales partidos en las ventanas de este emblemático edificio.
El Club Social surge a partir de la fusión de dos instituciones: las sociedades Filarmónica Porvenir y Musical La Unión, ocurrida en el año 1883.
En el terreno donde se construyó el Club, originalmente se levantó la primera escuela pública de la ciudad construida por el General Justo Jose de Urquiza en el año 1847. El edificio estuvo en pie hasta ser demolido para dar lugar a la nueva obra. Esta fue construida por la empresa Angel Balbi. Lo que no está determinado es si fue diseñada por el mismo constructor de gran trayectoria en la ciudad entre los años 1900 y 1940, o por los ingenieros Falco y Restagnio.
Formalmente la obra se inscribe en el antiacademicismo, esto es apartarse de los motivos tradicionales de ornamentación y se podría definir con algunas características del Art Noveau. Todo este ropaje sobre un planteo tipológico academisista, lo convierte en una obra ecléctica.
La gran importancia dada a la escalera de ingreso muestra el prestigio que la obra debía tener. El espacio de muros curvos aloja únicamente una escalera de mármol, con balaustradas y pasamanos también del mismo material. Este ambiente sirve de nexo entre el exterior y los salones, y actúa de rótula entre los mismos, que se ubican paralelos a las calles adyacentes. Sobre la medianera se agrupan los locales de servicio y otras habitaciones.
Posteriormente, se le agregó el salón principal, una gran claraboya centrada con respecto a las grandes columnas que lo ornan, estufas de leña en los salones y en el salón de baile un balcón para la orquesta.
Luego se construyó un patio «colonial» en el terreno libre.
Los vitrales ya eran usados en los templos de la época románica pero llegan a su apogeo en la arquitectura gótica y van generalizándose desde el siglo XIII. Presentan en este siglo, como en el anterior, la forma de mosaico en el fondo, con varios compartimentos o medallones de figuras en serie de arriba abajo, representándose en cada uno algún asunto religioso, histórico o simbólico, pero sin llevar más de un color cada fragmento de vidrio (salvo el esmalte de color gris o negruzco que se añade para trazar algunos perfiles y contornos de figuras).
Lamentablemente el Club Social Victoria, no está atravesando una etapa muy favorable, por lo tanto se hace imposible costear la demanda que implica su puesta en valor.
Que le pidan plata a los quinotos que se sientan todos los dias en la puerta. Son tan truchos que ni siquiera consumem, sólo se quedan como unos Budas interrumpiendo la circulación por la vereda.