Perotti se sumó al dolor de los rafaelinos y prefirió «no cargar las tintas»
El gobernador de la provincia, Omar Perotti, dijo ayer que comprende «la situación de mucho dolor que embarga a los ciudadanos de Rafaela» tras la muerte del joven Gonzalo Glaría, aunque prefirió «no cargar las tintas» por los cruces políticos que derivaron de la marcha realizada la noche del jueves, la que incluyó un escrache contra su vivienda particular.
«Comprendo el dolor de los amigos y familiares» de Glaría y también «la situación de hartazgo en la sociedad por la falta de seguridad». «Es una situación de mucho dolor que se vive por estar postergando una política de seguridad seria. Sentíamos que esta situación desgraciadamente iba a pasar. Hay hartazgo de la sociedad frente a años de no presencia, de no prevención, de no tener una verdadera política de seguridad», afirmó el primer mandatario santafesino, oriundo de la misma Perla del Oeste santafesino en donde fue intendente durante tres períodos (1991/1995; 2003/2007; y 2007/2011).
Para el gobernador, su comunidad «se hartó y con mucho dolor se expresó». Sin embargo, evitó sumar declaraciones al cruce de acusaciones con el socialismo porque «sobre cualquier otra connotación más allá de los hechos, yo no me voy a sumar».
Todos nos conocemos
«A pocos días de mi asunción se da esta situación que sincera años de una comunidad pidiendo un tratamiento distinto. Cuando hay dolor, uno acompaña el dolor y se debe resguardar de no cargar las tintas», argumentó Perotti.
Así evitó referirse a la acusación de su ministro de Seguridad, Marcelo Saín, quien dijo que militantes del socialismo instigaron las situaciones de violencia en la marcha que terminaron con el escrache al domicilio del primer mandatario.
«Soy muy respetuoso de estas situaciones y nunca tomaría ese camino. Que haya habido gente que haya aprovechado la situación…, bueno todos conocemos los actores y pueden sacar sus propias conclusiones», se limitó a decir el gobernador sobre los hechos de vandalismo en su casa.